Querido Pablo:
Tanta ilusión me ha hecho tu carta, y que por fin te decidas a dar un paso adelante, que he salido corriendo como las quinceañeras a enseñársela a mi amiga Nuria Vega, cuya cabina está al lado de mi mesa en el Congreso. Espero que no te importe, ya sabes cómo somos las mujeres: "¿Qué le pongo?', apremiamos. Después de muchas recomendaciones, y como ya sabes que soy muy llana, he decidido rendir honores a las mujeres españolas de bien y, como buena gallega, hacerme la dura o la impasible. Sé que no es habitual esto de desvelar las estrategias –la vice dice: "No se cuentan, se hacen"–, pero que quede entre tú y yo (y nuestros lectores) que es sólo un arranque de ego femenino por hacerme de rogar, que después de tanta espera sirva para que llegue a buen puerto nuestro eje ferrolano-malagueño. (Somos como MerkHollande pero made in Spain).
Por eso, no pienso hablar de tu moreno, pero no puedo dejar de reconocer que ayer tuviste gracia en Moncloa con lo de la mosca. Creo que a quien más gracia le hizo fue a la vice Soraya, que a punto estuvo de levantarse a estamparla contra la pared, aunque luego el bicho cargó contra la número dos.
En fin, batallitas al margen, que ando como loca esperando la comparecencia de Rajoy del próximo miércoles. Y no sólo soy yo. Taquígrafas, ujieres, letrados, personal de seguridad... están todos emocionados por tamaña visita del presi, probándose sus uniformes de gala, dispuestos a abrir el pórtico central de los leones, que sólo se abre una vez al año, que, como la llegada de Rajoy, tampoco hace daño. ¡Hasta se han llevado las alfombras para limpiarlas! Y no fui yo, sino la Real Fábrica de Tapices, aunque he de reconocer que eso sucede todos los veranos... (jejeje).
Ironías al margen, se ha suscitado una enorme expectativa ante la jornada parlamentaria de un 11 de julio que, mucho me temo, no será un día más en el calendario. La semanita política ha estado repleta de filtraciones sobre el recorte que anunciará Rajoy y, claro, los míos ya andan protestando por el "delirio recortador de Rajoy" (Rubalcaba dixit). Hay quien dice incluso que el miércoles vamos a vivir un día parecido al famoso de mayo de 2010 en que Zapatero, contra todo pronóstico y sin anestesia, anunció el famoso tijeretazo de 15.000 millones con el que firmó su sentencia política. La diferencia es que, en el caso de Rajoy, podría ser de más del doble: hasta 40.000 millones publica la prensa, aireando las mismas fuentes gubernamentales que luego las desmienten públicamente.
Así que, querido Pablo, el miércoles nos veremos de nuevo el moreno en los pasillos del Congreso, pero mucho me temo que nos veremos negros de espíritu más que de tez. Lo peor es que, según me cuentas, no va a anunciar el grueso del ajuste el miércoles, sino en los dos próximos consejos de ministros. Traducido: que esta nueva semana sólo tendremos "mensajes contundentes" y que en la última semana de julio, nuevo pleno extraordinario para aprobar los nuevos decretazos. Acabo de caer en que la mosca de Moncloa fue un mal augurio o una advertencia de lo negro que se plantea nuestro futuro (no digo juntos, ¿eh?). Así que andan los míos con la mosca detrás de la oreja, porque ya sabes que recortes es sinónimo de problemas para Rubalcaba, que eternamente se debate, a la fuerza, entre una oposición responsable y la incendiaria que quiere Invictus Tomás.
Sin embargo, los problemas en mi acera de Ferraz se centraron esta semana en los ERE. Pensarás en los de tu tierra, pero no. Me refiero al ERE del PSOE que filtró tu ministra Báñez a La Razón y por el que los socialistas quieren derribarla aquí y ahora. Dicen abiertamente que debe producirse "una dimisión o un cese fulminante y rápido", pero hay quien tiene otra teoría acerca del pantallazo del diario El País. En lo que se refiere a la ministra, he de decirte que me parece escandaloso y que debería dar explicaciones inmediatas. Pero en lo que se refiere al diario de Prisa hay quien opina que lo que realmente pretende Rubalcaba a través de su cabecera de cabecera es encontrar al otro filtrador, pues al parecer hay un segundo filtrador del documento, aparte de la ministra, y que proviene del mismísimo PSOE. Por ello, parece que Alfredo está reeditando la misma cólera que le llevó a amenazar a micrófono abierto a Maru Menéndez con echarla por filtrar lo que se comentaba en los órganos de dirección. Esto es aún peor, pues se trata de un documento interno, con los nombres de la plantilla socialista y sus datos laborales. Dicho de otra forma, que Rubalcaba no va a parar hasta saber quién es el traidor. Así que la historia... continuará.
PD: Bueno, a lo mejor en la próxima carta te doy un poco de arena... o de cal... nunca se cuál es la mala y la buena (y deja de pensar en las Sorayas...).
Un beso,
Ketty.