Otrosí, D. Amando, tengo entendido que por "rescate a los bancos" se trata en realidad de una restitución de la función bancaria, aprovechando en lo que convenga los mimbres actuales. No la del capital de sus accionistas ni la de los cargos y emolumentos de sus altos dirigentes. Si estuviera en lo cierto -lo que dependerá de la letra pequeña del acuerdo-, sería mejor eso que no una ayuda directa a empresas, sin intermediación financiera (lo que no sé cómo podría hacerse y funcionar). Posiblemente, se trate de opiniones de lo que mejor estaría que muchos nos abstuviéramos de poner negro sobre blanco. Discúlpesenos la debilidad.
Atentamente
Pues, D. Amando, Dios quiera que no esté al frente de la gobernanza (ya sé que es neologismo que no le gusta, pero que yo considero legítimo y espléndido por sus connotaciones semánticas) de nuestro país gentes que apliquen, sin palparse antes los bolsillos, las medidas que acaso prometieron en época preelectoral y en las que creyeron, entre otros muchos, esos sus corresponsales; como si después no hubiera corrido tanta agua bajo nuestros puentes. Para mí, las promesas -explícitas o implícitas en función de la ideología de cada partido- electorales deberían entenderse siempre como una simple declaración de intenciones, con la salvedad: si las circunstancias lo permiten y lo aconsejan. Estando las cosas como están y, sobretodo, siendo los españoles como somos -cada uno, hijo de su madre y de su padre- yo, que no les voté y que también tengo mis ideícas- no soy de los descontentos con la gobernanza del PP.
Atentamente
Señor de Miguel,como al parecer le han resultado divertidas las aventuras de Heidi la mesonera en relación con la Economía, le envio el siguiente texto tal y como lo he recibido yo:
“…No sé quien fue el genio que lo escribió, pero es excelente.
Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada; cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta.
Hace rato que la crisis viene azotando este lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de guita y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100$ en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su turno éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va.
¡Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!
MORALEJA: ¡¡¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!!...”
En lo que al estado de la Economía Española se refiere decir que: Es absolutamente imposible. ¿Se quejan por que no se venden coches? Bajen precios de carburantes impuestos sobre vehículos (directos e indirectos), bajen precio de uso de auropistas y carburantes.Verán si se venden coches. Estas medidas generarían empleo y recaudación de impuestos.¿Hay que pagar la deuda?Comience el gobierno por REDUCIR gastos de verdad. Reducción de: Políticos,apesebrados y chupópteros,liquiden el setenta y cinco por ciento de los vehículos oficiales declarados y camuflados. Etc etc etc
[insisto] Me temo que lo que hace el ruso mafioso de su historia es exactamente lo que hacen los bancos centrales cuando emiten dinero para que se lo devuelvan transcurrido un plazo, con un tipo de interés absolutamente ridículo.
El problema es que la realidad no funciona así:
Por un lado, las inyecciones de dinero en el mercado producen inflación, con ella producen pérdida de poder adquisitivo y, naturalmente, de lo inyectado deja de poderse recuperar lo debido puesto que la riqueza se ha diluido y perdido por el camino.
Por otro, muchísima gente no corre a pagar sus deudas en cuanto tiene el dinero en la mano, sino que corre a endeudarse más aún, mostrando ese dinero como garantía del crédito.
Así, cuando se inyecta dinero en un mercado, los verdaderos beneficiados son siempre los que reciben la inyección en el primer momento, ya que no sufren aún la inflación. Por el contrario, los que reciban las últimas migajas siempre salen perdiendo porque apenas reciben nada de lo que se inyectó pero en cambio sí sufren toda la inflación en sus carnes.
Ahora piense en el mismo cuento pero contando con que el billete se cambia varias veces, se reparte por todo el pueblo y terminando en que el dueño del hotel recupera únicamente un triste dólar y la promesa de que "otro día te devuelvo el resto".
¿Qué cree vd que hará con él el ruso mafioso? (porque además ha puesto vd un personaje de lo más adecuado: nada de un beatífico filántropo millonario sino un mafioso ruso).
Para terminar, puede vd leer "Economía en una lección", de Henry Hazlitt, donde verá por qué su historia no puede aplicarse a la realidad.
Un saludo.
PD: Es curioso, pero se diría que los que dirigen los bancos centrales no han leído a Hazlitt, ya que su idea del efecto de las emisiones de dinero viene a ser la del cuento y no la de la realidad.
Y luego muchos se preguntan por qué no fluye el crédito, con la de millones que están metiendo...