¿Qué tal, don Amando? Yo bien, gracias a Dios. “Le comento”, como dicen ahora: Tanto puede decirse “glúcidos” como “glícidos” para designar los hidratos de carbono o azúcares. Como ve, cuatro sinónimos. La diferencia viene dada del vocablo griego “glüküs” con dos “üpsilones” que significa “dulce”. La üpsilon, era una vocal palatal, como la “ü” francesa. De ahí que unos la interpreten fonéticamente, al tomar el préstamo, como vocal velar y otros como vocal palatal. Los científicos, no sé por qué, suelen ser más amantes de la palatal, y al españolizarla la convierten en “i” = “glícidos” y los de letras, tampoco sé por qué, como velar; y la pronuncian como “u” =”glúcidos”. ¡A elegir! Pasa lo mismo con las letras griegas que, los matemáticos a la “mi” y a la “ni” le suelen llamar “mu” y “nu”.
Por lo tanto, como el signo lingüístico es arbitrario, hay que aceptar lo que digan los bioquímicos en sus congresos pues son tecnicismos que se toman en sus distintos usos para diferenciar procesos bioquímicos diferentes. Y suele dominar el tecnicismo empleado con el grupo de científicos más prestigioso. Así ha quedado fijado en muchos “peipars” la “hemoglobina glucosilada”, en otros hemoglobina glicolilada” y en otros glicada. Al final dominará uno de los tres como ya ha dominado “glucemia” y a nadie se le ocurre escribir “glicemia” ni en “peipars” ni en el uso coloquial.
Saludos cordiales. Jesús García Castrillo.
D. Amando, estimo que su corresponsal, el Sr. Lainz, se queda muy corto cuando juzga al fútbol como el "opio del pueblo". Entre otras cosas, es, me parece, el espacio sociológico donde se dirimen, una y otra vez, las rivalidades grandes y pequeñas entre pueblos y "pueblines". En otros tiempos, vine a leer, de algún sociólogo de renombre mundial, que el deporte sirve para sublimar los odios ancestrales entre tribus vecinas. Por lo tanto, cumpliría la buena misión de evitar derramamientos de sangre roja. Entonces, caí en la cuenta y agradecí al Español su contribución a la paz física en la convulsa Cataluña (contribución que ha adulterado al reescribirse Espanyol -la carne es débil y el bolsillo escuálido-). Puesto a fantasear, imaginé los beneficios que nos vendrían si en Euskadi se pudiera mantener un equipo de fútbol puntero que, haciendo ciertas concesiones, se llamara "The Spanish FC".
Jegarcas, he disfrutado con sus disquisiciones y aclaraciones hidrocarbonatadas, pero, peccata minuta, yo tenía otra idea sobre la articulación de la ýpsilon griega y de la ü francesa, basada en el alargamiento fónico y en el redondeo de los labios -la trompetilla típica de los francesas cuando la pronuncian-. Como a Vd. le reconozco autoridad, tendré que consultarlo.
Atentamente.