Mariano Rajoy hace bueno el principio marxiano de que "estos son mis principios y si quieren tengo otros", y que Rajoy en su alocada brújula ha bordado casi con literalidad en alguna ocasión.
En Sitges el hombre que arrastra las s apeló a la pérdida de soberanía en favor de Europa para salir de este estado de ruina [ aunque no le llamó así a la crisis] .No sé como apela a perder soberanía del Estado para salir de la crisis y pretender uniformidades fiscales con los otros Estados de la Unión, cuando en el nuestro no sólo se mantienen ancestros fiscales incomprensibles sino que no se zanja de raíz la reivindicación permanente de especificidades fiscales , como hace Cataluña con el cacareado pacto fiscal. Para uniformarse hacia el exterior hay que empezar estándolo en el interior.
Pero lo peor es que ni él ni casi nadie de la insulsa casta política propia o enemiga se dan cuenta de esa antítesis de principios entre la uniformidad hacia afuera y el incólume mantenimiento de los dogmas autonómicos y de las diferencias regionales.
El indudable éxito del PP en la gestión europea de las ayudas a la banca española suponen el primer gran logro internacional del nuevo gobierno popular. No sólo España recibe el dinero que necesita en condiciones muy favorables sino que, gracias a la firmeza demostrada por Rajoy en la defensa de la sobreanía nacional en las condiciones de extrema dificultad en que ha dejado el PSOE ala economía española, el Gobierno de España conserva toda su libertad de movimientos, con capacidad para administrar a través del FROB, tanto la demanda de las cantidades precisas como su entrega y control.
Es lógico que tal éxito incomode a quienes fueran derrotados a izquierda y derecha,por un Rajoy moderado y sensato, en las antípodas del comportamiento habitual de los radicales de ambos extremos del espectro político. No es de extrañar, por tanto, que desde el PSOE y desde sus inmediaciones mediáticas y desde los ámbitos periodísticos entorno a egos desmesurados se trate de distorsionar la realidad haciendo pasar por una humillación nacional y por un fracaso de gestión lo que todas las evidencias señalan como una victoria tan contundente como lo fuera la electoral del 20N.
De un partido de izquierdas y de unos medios de comunicación preocupados por el bien común y no por satisfacr turbios deseos de venganza se podría esperar si no alegría, al menos sí cierta contención en la confección de titulares y en la instrucción a los columnistas de guardia que pretenden crear opinión desde las archisabidas tácticas del agit-prop. Pero quizá sea esperar demasiado en un país como el nuestro tan abundante en cainismo e irracionalidad.
Es evidente que hay razones objetivas para desconfiar sobre la solvencia de España, esté quien esté en el gobierno. Pero también es cierto que Rajoy ha hecho más en seis meses que Zapatero en tres años y medio. Las reformas estructurales darán fruto a medio plazo y son imprescindibles para eso que tanto se afirma como la gran panacea ,"el cambio de modelo", sin que nadie se atreva a definirlo con claridad
Rajoy está tratando de acompasar su gestión a la necesidades del país pero, por el momento y a resultas de una herencia catastrófica, sigue varios pasos por detrás de una realidad europea exigente. Sólo el tiempo, la perseverancia y la paciencia darán frutos a largo plazo. Los titulares y las demasías verbales de periodistas y grupos mediáticos con mal perder en nada ayudan a la nación.
La dimisión de Rajoy y la investidura de José María Aznar sería la mejor noticia en estos momentos.
Y la formación de un Gobierno competente, con un Vicepresidente económico competente, que dicte clarlamente el camino.
España es ya un país insolvente, incapaz de recapitalizar su banca.
Al interés que paga por su deuda en estos momentos, quizá podría financiar la deuda para este año, pero no podrá hacerlo el año que viene, y tendrá que declararse en quiebra...o aceptar un segundo rescate a un precio inasumible, porque con 6 millones de parados es impensable un despido/suspensión masivo de funcionarios y una bajada significativa de sus sueldos y de las pensiones, así como una subida importante de los impuestos.
El nuevo Gobierno tiene que vender las televisiones públicas inmediatamente, aunque no pueda sacar su precio objetivo, lo mismo puede decirse de al menos el 49% de AENA.
E ineludiblemente tiene que rescatar para el Estado Sanidad, Educación y Empleo.
¿O acaso es normal que en cada localidad de España haya una oficina del INEM, otra del Servicio autonómico de Empleo y otra del Ayuntamiento respectivo? (todas ellas perfectamente inútiles para intermediar en el mercado de trabajo)
Y tiene que utilizar los casi 8 mil millones de los inútiles cursos de formación a los parados para subvencionar el empleo a tiempo parcial.
¿O acaso sirve para algo que un parado reciba un curso de formación para dar cursos a otros parados, los cuales serán empleados por las administraciones locales y autonómicas como "agentes de empleo", "agentes de igualdad", etc ?.
Tiene que contener el gasto público y bajar los impuestos inmediatamente. No es posible que en Estados Unidos el litro de gasolina cueste unos 75 céntimos por litro y en España casi doblemos esa cifra.
La losa de los impuestos es la causa de los 6 millones de parados. Y la continuación de esta política por Rajoy es la causa del no crecimiento de la economía y de la insolvencia (mañana quiebra) de España.