Estamos asistiendo a una activa campaña de engaño, de confusión. El engaño consiste básicamente en que lo que no es más que un cambio de estrategia de ETA está siendo celebrado por parte de los líderes socialistas y del gobierno del Partido Popular como la derrota de ETA. Sin embargo, la banda terrorista ha conseguido las mayores cotas de poder que nunca jamás tuvo, gracias a ese cambio de estrategia y de apariencia, sin cambiar de objetivos y sin abandonar el miedo como herramienta básica de su política.
Hoy el sueño de ETA, su objetivo fundacional, su delirio separatista de llegar al poder y crear un Estado Vasco está ciertamente al alcance de su mano. Mucho ha avanzado ETA al conseguir gobernar en la Diputación Foral de Guipúzcoa, gobernar en el ayuntamiento de San Sebastián, gobernar en el 67% de los municipios de Guipúzcoa y en aproximadamente el 54% de todos los municipios de la Comunidad Autónoma Vasca, y tener 7 diputados en el Congreso de los Diputados. Y todo ello, bajo la cortina de humo extendida por el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, quien repite incansablemente que ETA está derrotada. Bien podríamos decir al ministro del Interior que "los muertos que usted mata, gozan de buena salud".
Este cambio de estrategia, que supone la presencia de ETA en el gobierno de las instituciones, con la capacidad legislativa y presupuestaria correspondiente, es extremadamente peligroso, porque supondría el Blanqueo de ETA, supondría que lo que antes tenían que hacer asesinando ahora lo podrán hacer legislando.
Cabe recordar que esa presencia de ETA en las instituciones fue en contra de la sentencia del Tribunal Supremo, y gracias a una votación límite y escandalosamente politizada del Tribunal Constitucional.
La herramienta siempre será la misma, el miedo, y por supuesto siempre tendrán una banda de personajes siniestros listos para, si es necesario, volver a asesinar. La Europol y el fiscal general de Francia han advertido recientemente que ETA sigue reclutando terroristas, información y material para realizar atentados. ETA no está derrotada.
Si ETA gana las elecciones autonómicas vascas, ETA legislará, y nos enfrentaremos al desafío real de una ruptura unilateral de la unidad de España. Si ETA gana las elecciones autonómicas vascas, tomará el control de la Policía autónoma, tomará el control de la hacienda, del ámbito laboral, sanitario, educativo. En definitiva, si ETA gobierna sobre el pueblo vasco, aquel que quiera ser libre, que quiera ser español, no sólo se enfrentará con la banda terrorista ETA, sino que se enfrentará también a todo el poder del Estado gobernado por la banda terrorista y a sus leyes injustas. Tendrá, por decirlo sencillamente, que enfrentarse a terroristas que irán vestidos de policías o de jueces o de inspectores.
En esa situación ¿será capaz el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz de enfrentarse a una ETA que anteriormente dio por derrotada y que en esa situación habrá cambiado de apariencia e incluso a lo mejor de nombre, con la aparente legitimidad de unos votos ganados y mantenidos gracias al miedo más atroz? "Quien no es fiel en lo poco, no es fiel en lo mucho".
El desafío es, como siempre, andar en la verdad, ser valientes asumiendo las consecuencias de trabajar por el bien común de los españoles, no usar la mentira por un mezquino interés. En definitiva, el desafío es derrotar a ETA o ser derrotados por ETA, no hay término medio con un terrorista o con un mafioso: o lo justo o lo injusto, o libre o esclavo, pero no existe el caso de "un poquito embarazada".
Por una España justa y pacífica es por lo que yo estaré el próximo sábado 9 de junio a las 18:00 en la Plaza de Colón de Madrid, junto a las víctimas de ETA, para mostrar que hay esperanza en que lo justo triunfe, porque hay españoles que no se rendirán jamás hasta derrotar a los terroristas y a los que los encubren, aunque éstos tengan acta de diputado o lean a Santa Teresa de Jesús, aunque nada les aproveche su lectura salvo llevar atada al cuello una rueda de molino.