Alguien en la radio apuntó la solución :
Se repite el himno hasta que se pueda oir.
Cristina, he vuelto a disfrutar de su agudeza y de su estilo periodístico. También me ha complacido la "música" de las palabras de Esperanza. Sin embargo, a mí no me bastaría con que simplemente no se celebrara o se suspendiera el partido. La otra mejilla ya la hemos puesto los españoles demasiadas veces. Y esta vez ya no toca. Si van a ser ochenta mil los que se van a concentrar en Madrid para injuriar en sus símbolos al pueblo español, pues ahí tiene una ocasión nuestro Gobierno con los madrileños para estar a la altura del desafío. No con prohibiciones, sino con la fuerza pura y dura: escalabren a cuantos escalabren. Yo me llevaría la única satisfacción política de los últimos años. Quiero oír el griterío de los "indignados" anti-españoles de siempre. Ladran, luego...
Con afecto.
"Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero."
Charles de Gaulle
"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad."
Albert Einstein
"El nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir al proletariado"
Karl Marx
"El nacionalismo se cura viajando."
Camilo Jose Cela
"El nacionalismo no es el despertar de las naciones hacia su conciencia propia: inventa naciones donde no las hay"
Ernest Gellner
"El nacionalismo... se parece al alcohol barato. Primero te emborracha, después te ciega, y después te mata".
Daniel Fried, diplomático estadounidense, Secretario Adjunto de Asuntos Europeos y Eurasiáticos.
excelente artículo, como de costumbre
La cosa está más clara que el agua, no entiendo por qué se le da tantas vueltas. Nadie obliga a los separatistas a acudir al estadio, por tanto, impedir que se escuche el himno es un insulto y una coacción intolerable que es preciso impedir y castigar. Punto redondo. Cualquier otra consideración que no sea el respeto estricto a la Ley (con mayúscula porque la Ley no es lo que le pete al político de turno) es por completo rechazable.
La Copa del Rey es un torneo español. Si no les gusta, que no participen. Pero si lo hacen están obligados a respetarnos, y en caso contrario, lo mínimo, es suspender el partido, por supuesto.
Nada tiene que ver el caso con la pitada a Zapatero en un acto público. Para que existiera un punto de comparación, el abucheo tendría que haber sucedido, por ejemplo, en un mitin socialista. Qué poca cabeza y qué poco criterio tratar de asimilar lo que no guarda relación alguna.
No, no existe ningún derecho a insultar a los españoles ni a convertir una celebración española en una bacanal de exaltación separatista.