Este año, las acostumbradas "demostraciones sindicales" del 1 de Mayo han tenido lugar el 29 de abril.
Han obtenido logros sorprendentes.
Así, el sindicalista liberado
se gana el pan, tal como está mandado,
con el sudor de los contribuyentes.
Han alcanzado triunfos evidentes.
Así, sin ir más lejos, han logrado
que sufrague sus gastos el Estado,
en vez de los currantes, sus clientes.
Han conseguido chollos en las cajas,
enchufes, privilegios y ventajas
en esta España cutre y caciquil.
Y han logrado, papando del pesebre,
que el Primero de Mayo se celebre
(por sus santos cojones) en abril.