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Francisco José Alcaraz

Rajoy como Poncio Pilatos

La decisión del TC, manteniendo la doctrina Parot, hizo que los planes tuvieran que cambiar, al suponer un revés en la estrategia de excarcelaciones de etarras. Con la sentencia del TC había que buscar otras alternativas.

Temeroso Pilatos por el cariz que tomaban los acontecimientos, y convencido de que nada de lo que hiciera iba a salvar a Jesús, sino que por el contrario su negativa a condenarlo provocaba mayores disturbios, realizó un último gesto simbólico. Delante de todos se lavó las manos diciendo: "Yo no soy responsable de la sangre de este justo; háganse cargo ustedes" (Mt 27,24).

Las últimas medidas adoptadas por el Ministerio de Interior aunque no me han sorprendido, han acentuado en mí un sentimiento de traición y desazón.

Llevamos meses denunciando desde Voces contra el Terrorismo (VCT), en la más absoluta soledad, la continuidad del proceso del PSOE y ETA. De ahí que Oyarzabal califique a VCT, en referencia a las asociaciones con las que no se ha reunido, como "radicales y ultras" además de acusarnos de que nos otorgamos una representatividad, que según él no nos corresponde.

La jugada es la siguiente: el Gobierno confiaba que, a raíz de la decisión del Tribunal Constitucional respecto a la legalización de Bildu-ETA, la doctrina Parot sería derogada permitiendo una excarcelación masiva de terroristas y delincuentes.

La decisión del TC, manteniendo la doctrina Parot, hizo que los planes tuvieran que cambiar, al suponer un revés en la estrategia de excarcelaciones de etarras. Con la sentencia del TC había que buscar otras alternativas para poder ceder a las exigencias de ETA y de los socialistas. Además, hay que añadir toda la presión realizada de los negociadores internacionales en el proceso con ETA.

Desde VCT, hemos denunciado el fraude de ley que suponen las excarcelaciones y acercamientos de presos etarras, por no cumplir los requisitos exigidos por Ley. Dichas excarcelaciones las ha justificado en sus declaraciones el Comisionado Vasco Jesús Loza, que en diversas entrevistas ha reconocido la continuidad de la política antiterrorista de Rubalcaba y ha elogiado la actitud del actual Gobierno.

Hace unas semanas en el programa de Luis del Pino Sin Complejos, en esRadio, anuncié que, según mis informaciones, el Gobierno había pactado transferir las competencias en materia de Instituciones Penitenciarias al Gobierno Vasco. Hay que recordar que hace tan solo 9 meses Zapatero ya les dio traslado de las competencias sanitarias a las prisiones vascas.

Con las medidas anunciadas por el Gobierno se podrán acercar un gran número de etarras, que una vez estén en las Vascongadas, le correspondería al gobierno socialista o a un previsible gobierno con ETA, aplicar las medidas de gracia a los etarras. Quedarían en libertad con las excusas de supuestas depresiones, enfermedades de los asesinos, o supuestos arrepentimientos. Mientras, el Gobierno de Rajoy se lavaría las manos, esgrimiendo que la responsabilidad es del Gobierno vasco, y no del Gobierno de España que, aunque no le gustan las medidas las acata, ya que él respeta la Ley.

Ante esta estrategia de Rajoy no he podido evitar recordar la actitud de Poncio Pilatos.

Francisco José Alcaraz Martos es víctima del terrorismo y presidente de Voces contra el Terrorismo (VCT).

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