Un sindicalista de la banca, que no ha trabajado en su vida, me entrega a través de un intermediario un panfleto desestabilizador y revolucionario contra el gobierno de Rajoy. Es evidente que él no se atreve a dármelo directamente, porque se lo hubiera tirado a la cara y, de paso, le habría dicho: eres un sinvergüenza, un mentiroso y, sobre todo, un traidor a una nación en ruina por culpa, entre otros, de tus sindicatos de clase y del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, que nos ha dejado en pelota picada a los españoles.
Este sindicalista-basura, un gañán, cree que alguien con un poco de sensatez puede hacer caso a un panfleto que mantiene que "en 100 días Rajoy ha hecho retroceder a España al siglo pasado". Estamos, en efecto, ante un imbécil, o peor, un asesino de guante blanco, porque nos hace perder los más preciado del ser humano: el tiempo. El problema es que este tipo de idiota está alentado por la política revolucionaria de Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano. Y, lo que es peor, por un periódico que presume de ilustrado, cuando no pasa del sectarismo más agraz y totalitario de comienzos del siglo veinte. He aquí un ejemplo terrible de agitación revolucionaria, casi morbosa, contra un poeta, un sencillo poeta, como Nicanor Parra, que ha recibido el Premio Príncipe de Asturias, pero que el diario El País lo descalifica por loco con estos dos "exabruptos" tan revolucionarios como sectarios:
"Estimado Nicanor, convendría decirle, ¿no sabe usted que a un lado están los buitres capitalistas que quieren devorarlo todo para engordar y, al otro, una gente que padece sus excesos?" Si no tienen suficiente, queridos lectores, con esa sandez demagógica contra el capitalismo, sigan leyendo la sección El acento del diario de Prisa, y hallarán este otro tópico criminal de la izquierda totalitaria: "¡Hombre, Nicanor! ¿No sabía usted que la derecha siempre protege las cosas de los poderosos y que la izquierda anda como procurando defender a los desposeídos?"
¿Qué decir ante estos "finos" análisis del diario El País? Nada. Producen vergüenza ajena... Rajoy gobierna, intenta salvar a este país del abismo, enfrentándose a una izquierda con unos medios de comunicación que, a veces, parecen sacados del túnel del tiempo de Stalin. La ideología es, en mi opinión, un problema tan grave como la situación económica.