Tiene usted toda la razón: Los sindicatos de enseñanza así como los pedagogos y los profesores no tienen ninguna autoridad moral, es cierto, pero tampoco la tienen de otra naturaleza. Están totalmente desautorizados. En cuanto a que "la eficacia de la educación se mide en términos de PIB y su justificación reside en cuánto aportan sus productos" es totalmente cierta, y este es el problema principal de la educación en España; hacer a la educación o la enseñanza una actividad ancilar de la economía -reduccionismo que es lo que se conoce como pensamiento único- es un gran error del que emanan los principales males. El valor de la enseñanza y/o educación debe ser autónomo de la economía: Es un valor en sí mismo, con dos tareas principales: Formar a la persona para sí y para la vida en sociedad.
Ahora bien, si dadas la situación de desvarío de comportamiento y la crisis de valores del conjunto padres/alumnos/profesores se introducen treinta o más animales sin domesticar en cada aula, la situación puede pasar de caótica a catastrófica, algo realmente explosivo, pues el caos ya existente en las aulas y mínimamente regulado se saldrá de madre y es muy probable que se produzcan situaciones de más violencia que las actualmente existentes (y que no salen a la luz pública). Antes que eso, mejor será cerrar los centros, ahorrarse toda inversión y que los alumnos se vayan a trabajar labrando las tierras o a estibar mercancías, atender las cajas de las grandes superficies comerciales, cultivar forrajes o dedicarse a la política.
Me permito matizar a chipie su afirmación de que la economía suiza no es de producción de bienes. Los suizos desde hace muchos años exportan al mundo fabricados de relojería y no solo los Rolex, sino toda clase de equipos de relojería industrial; equipos de mecánica de precisión; máquinas herramientas; aparellaje eléctrico; turbinas, tanto hidráulicas como de vapor; productos farmacéuticos; y aunque hoy día casi ha desaparecido tuvieron una potente industria de material ferroviario. Y todo ello con tecnología propia.
La financiación de todo, educación incluida, es como la alimentación: tan mala es la anorexia como la bulimia.
No estoy seguro de si ha habido alguna vez una educación verdaderamente carente de recursos (por o menos vista en el contexto de los recursos disponibles en cada momento histórico), pero está claro que ahora tenemos una educación a la que se ha sepultado bajo un verdadero alud de recursos, concedidos sin criterio ninguno y, por tanto, ineficaces casi por completo.
Ordenadores entregados a profesores que no saben utilizarlos para nada más avanzado que escribir un documento (y mal formateado)... aulas dotadas de pizarras digitales (de a más de kilo la unidad) que quedan arrinconadas y cogiendo polvo porque nadie sabe instalarlas, usarlas o elaborar material para ellas (y que para escribir en la pared, es mejor usar una tiza o una pizarra blanca)... entrega gratuita de libros de texto a familias que no los saben cuidar o, si saben cuidarlos, a las que se prohíbe aprovechar el mismo libro en distintos años... etc, etc, etc.
Imagino que algunos políticos deberían volver a ver aquella clásica película de Cantinflas, "El Profe" (http://es.wikipedia.org/wiki/El_profe), y vería que para que haya educación sólo es imprescindible que haya un profesor que quiera enseñar y unos alumnos que quieran aprender (o a los que se pueda convencer para que quieran). Vale que consideremos también imprescindible que haya colegios con unas instalaciones básicas (pupitres, pizarras, biblioteca, etc), pero no mucho más.
Con que los alumnos dispongan de unos pocos buenos libros de texto, unos cuantos cuadernos, diccionarios y un plumier bien surtido, basta.
Y con dar a los profesores una buena dosis de legítima autoridad y un grupo de alumnos mínimamente homogéneo, también basta.
¿Y lo que sobra? Burocracia, medios absurdos y progresismo "pedagógico", de ese que no hace más que poner palos en las ruedas e idolatrar la burricie infantil.
[sarpa] Desconozco si se da lo que vd dice, pero si tal cosa sucede puede deberse a que, como son de letras, no entienden de ecuaciones.
Un saludo.
Chipie25, discrepo de su discrepancia puesto que Dª. Cristina Losada en ningún momento afirma que la educación no influya en la prosperidad. Sus mandamientos se resumen en dos: La prosperidad no es factor exclusivo de un cierto tipo de formación superior y la educación sirve para otras cosas además del crecimiento económico (luego sería un error orientar la educación exclusivamente hacia un fin economicista)
Sarpa, desconozco en qué documentación se basa usted para afirmar que son los profesores de letras quienes hacen corresponder inversión y calidad. Me parece que no existen estudios al respecto. Por lo demás, de su comentario se deduce que usted piensa que los profesores de letras carecen de inteligencia, no saben sumar o no son testigos de la degradación de la enseñanza del mismo modo que sus compañeros de ciencias. Es tan absurdo como suponer que los licenciados en ciencias económicas no han leído ningún libro en su vida, cuando probablemente el 90% haya leído, al menos, 3.
Los que consideran que la ecuación más inversión es igual a más calidad, son, generalmente, los profesores de letras. ¿Por qué?
Discrepo en que la educacion no influye en la prosperidad.
Pero veo que usted asocia educacion o formacion con universidad y ese no es el asunto. Si Suiza tiene pocos universitarios y es rica no es un buen ejemplo ya que su economia no es de produccion de bienes, es un caso particular como el de los paises productores de petroleo de Oriente Medio.
En cualquier caso no se trata de tener mas universitarios que nadie, sino de no tener ni-nis, que ni son universitarios ni trabajan, una formacion profesional efectiva, donde se formen buenos tecnicos medios y trabajadores especializados es necesaria, sobran universitarios y faltan operarios cualificados.
Pero para eso hay que reformar la secundaria y seleccionar a los alumnos segun sus aptitudes y actitudes, no todo el mundo sirve para ser universitario, por lo menos no con cargo a los impuestos de todos. Es un derroche y una fabrica de parados con titulo.
Punt, me parece que tiene usted toda la razón. Es una lástima que los recortes que ha planteado el ministro Wert no estén pensados en esa dirección. La solución fácil e inmediata para cuadrar las cuentas es reducir el número de profesores, dejando de contratar interinos por la doble vía de reducir el número de clases (aumentando el número de alumnos en cada una) y aumentar la carga docente de los funcionarios. Pero no es una solución al problema de fondo, de ningún modo. Lo que hace falta es revolucionar la legislación educativa vigente para eliminar el gasto burocrático, para que exista mayor autonomía en los centros educativos y se conceda mayor autoridad a los profesores. Es decir, que los políticos den un paso atrás y renuncien a su capacidad de mangoneo eliminando el empleo público que necesitan para poder ejecutarlo y toda la retórica pseudopedagógica que no tiene otro fin que justificar esa incautación política de la escuela. Modificar las condiciones laborales de los profesores, haciéndoles trabajar más horas y en grupos más numerosos, sin tocar la otra parte, que es la verdaderamente corrupta, no solo será inútil, sino que empeorará aún más la calidad de la enseñanza.