Hace siglo y pico, cuando el otro desastre, el del noventa y ocho, el honrado pueblo se fue a los toros a celebrar el hundimiento de la flota y el fin del imperio.
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Y siempre he tenido para mí que esa denostada elección colectiva fue cuando menos un genuino ejercicio de inteligencia.
Entre anegarse con los lloros de los regeneracionistas y el albero, no hay color, se entierra el imperio ese y a lo nuestro.
De hecho el Perú se empezó a chingar cuando a los señoritos regeneracionistas se les puso a pastar del presupuesto en vez de dejarlos en los casinos que era su hábitat natural.
Los sindicatos están bien allí en su casino a nuestra costa mientras no enreden, pero cuando se ponen estupendos como ahora, lo mejor es irse corriendo a ver a José Tomás.
El único de izquierdas que arriesga.
¿El hundimiento de la flota?, los mejores barcos se quedaron en España.
Hubo un plan para atacar la costa este de EEUU, pero el gobierno no pudo llevarlo a cabo porque no fue capaz de negociar el reaprovisionamiento del carbón necesario de los buques que iban a llevar este plan a la práctica, EEUU no contaba con ningún buque similar, y hubiera significado el fin del bloqueo de nuestra flota en Cuba y en Filipinas.A tal punto esto es así, que el gobierno de EEUU dispuso el apagón en las ciudades de la costa este en previsión de estos ataques, pero como digo, esta "task force" se quedó en España por tales problemas logísticos, el crucero Carlos V y especialmente el acorazado Pelayo superaban en potencia de fuego a cualquier cosa que pudiese oponer EEUU.
"Si el gobierno cede estamos perdidos", estamos perdidos de todas formas, a no ser que 6 millones de parados y el apoyo incondicional a los separatistas más el "apoyo a la familia" para colocarla en buenas empresas,etc, no cuente para nada.
Sin crecimiento no vamos a ningún sitio. Este no vendrá con un precio de la gasolina por las nubes, reducción del gasto vía impuestos (mejor sería revertir sanidad y educación al Estado) en vez de recorte del gasto corriente, y una falta de liderazgo tan manifiesta.Además, en una situación de emergencia nacional (y 6 millones de parados es una emergencia nacional ), al menos independientes de otros partidos en el Gobierno son necesarios, para que toda la sociedad se vea comprometida con el esfuerzo.
Porque al igual que en el 98, todavía tenemos una Armada que oponer, pero al igual que entonces la estamos dejando en puerto.
«Pretendida anomalía hispana»: bueno, si no es real, ¿qué sucede entonces en esta país para tener la clase política parasitaria, la clase empresarial dickensiana y el estamento sindical troglodita que padecemos? Bueno sí, en sudamérica son parecidos, pero esos son biznietos de algunos extremeños, vascos y gallegos mayormente.
Y luego están todos esos liberales que creen en los ungüentos amarillos y se ponen de los nervios leyéndole o escuchándole, como ayer, a usted.
¡Pssss! En el momento en que los "Mercados", a quienes el gato Jinx y yo denominamos "marvados especulaores", nos dejaron de comprar la deuda pública, con la que íbamos a refundar el capitalismo y construir -otra vez- el "hombre nuevo", se acabó la soberanía nacional. Al menos, en los términos en los que hablas de ella.
Eso ocurrió hace dos años.
Desde entonces, nuestros socios europeos, por medio de un sinnúmero de artificios legales, nos prestan, año a año, cantidades decrecientes de dinero. Ello provoca que cada vez tengamos menos dinerito para gastar. Salvo que lo consigamos de otro lado, cosa que no parece que vaya a suceder.
¿Cuál es el futuro, por tanto? Saldremos del euro, de una u otra forma, y no seremos los únicos, devaluaremos, dejaremos de pagar la mitad de lo que debemos y seremos mucho más pobres. Eso sí, después de 2 o 3 años de caída, volveremos a crecer a ritmo vertiginoso, lo cual será relatado por mucho economista zote como que estaremos mejor, porque pensará que, aunque caigas un 25%, si luego creces un 3%, ya has salido de la crisis.
Recuperamos los niveles de riqueza de 2007... allá por 2030.