James Q. Wilson, que acaba de fallecer, será recordado por su teoría de las ventanas rotas. Si permanece un tiempo una ventana rota, dará la impresión de que a nadie le importa, y a no muy tardar, pronto habrá más. Lo mismo ocurre con la convivencia
José Carlos Rodríguez
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Vendeano dijo el día 12 de Marzo de 2012 a las 21:01:
Con un poquito más de escepticismo acerca del papel del Estado, don Jose Carlos, habría redondeado el artículo.
Todo lo que ha dicho está bien, pero falta añadir que, en España, además, el estado y sus castas parásitas (legislativo, ejecutivo, judicial, gobierno y oposición, sindicatos y partidos) son el cristalero.
Con un poquito más de escepticismo acerca del papel del Estado, don Jose Carlos, habría redondeado el artículo.
Todo lo que ha dicho está bien, pero falta añadir que, en España, además, el estado y sus castas parásitas (legislativo, ejecutivo, judicial, gobierno y oposición, sindicatos y partidos) son el cristalero.