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Amando de Miguel

Hablemos con propiedad

El padre de Julio César ya se llamaba César, una especie de apodo que los romanos añadían a los nombres. La verdad es que nadie ha podido asegurar de dónde viene ese apelativo. Lo que está claro es el éxito que tuvo

Íñigo Benjumea observa que una locutora de radio, al hablar de un suceso acaecido en Gerona, se refirió a “la policía girondina”. Esta es la consecuencia del lío con lo de Girona-Gerona, pero también de la general incultura. Los escolares de antaño sabían que se decía “gerundense”, aunque no tenían por qué saber que el nombre latino de la ciudad era Gerunda. Añado que en todo caso, aun hablando en castellano, se podría haber dicho “la policía gironesa”. Son bonitos estos gentilicios derivados del latín, como egabrense (de Cabra) o astigitano (de Écija).

Lucas Eduardo Mendoza vuelve con el asunto de la significación de César. Sostiene que procede de “caesaries” (= cabellera o barba), pero que nada tiene que ver con la operación de cesárea que le hicieron al niño Julio César. Me parece que ambos orígenes son leyendas. El padre de Julio César ya se llamaba César, una especie de apodo que los romanos añadían a los nombres. La verdad es que nadie ha podido asegurar de dónde viene ese apelativo. Lo que sí está claro es el éxito que tuvo. “César” no es sólo algo así como caudillo, sino también “zar” o “káiser”, palabras derivadas de ese origen.  Quizá también “sha” (de la moderna Persia) o incluso “cid”. ¿Qué pasa con “sahíb”?

Recibo muchos correos a propósito de la convención de los horarios. Sintetizo algunos. Daniel Gutiérrez, a propósito de mi predicción de que alguna vez habrá una hora universal, me recuerda que ya existe algo parecido. Es el GMT (Tiempo del meridiano de Greenwich) o UTC  (Tiempo Universal Coordinado). Se trata de referirse a una sola hora, la de Greenwich, y luego sumar o restar horas mentalmente según el huso en que uno se encuentre. Es útil, por ejemplo, para una emisora de radio que emite para varios continentes. No va a estar diciendo la hora de cada sitio. Supongo que también tiene aplicación a la navegación aérea comercial o bélica.

Pedro Cáceres me dice que en Estado Unidos se dicen las horas así: Eastern 6, Central 5, Pacific 3. Se refieren a los tres husos que existen en el territorio continental. Sigo viendo un engorro con lo de los husos.

José L. Martín Tordesillas que la convención de los 24 husos no se debe a que ese número sea fácilmente divisible varias veces. No estoy de acuerdo. Tanto los 360 grados para un círculo como los 24 husos o las horas de los relojes (en dos bloques de 12) tienen el mismo origen. Proceden del sistema de numeración de los persas y otros pueblos del Este. Esa convención se basa en que 360 o 24 facilitan las divisiones con números enteros.

Ricardo Zeldis sostiene que nuestro huso horario coincide con el de Alemania porque así lo quiso Franco en el tiempo de Hitler. Dudo mucho de esa explicación, pero resulta curiosa. Don Ricardo opina que los husos horarios no tienen forma de huso, por lo que tendríamos que decir "franja" o "segmento". Lo siento, pero no son segmentos; la franja es una unidad imprecisa. En cambio, los husos son figuras geométricas perfectas, aunque luego, en la realidad, se acomoden a pequeñas variaciones para comprender mejor los territorios de una misma nación. Por ejemplo, es evidente que, solo forzando un poco el huso de 15º, podemos entender que Mahón o La Coruña compartan el mismo huso horario. En inglés se habla de franjas o zonas, pero la figura geométrica del huso es mucho más expresiva.

Ya que estamos con el inglés, Antonio Maizcurrena opina que el inglés no tiene tanta facilidad para derivar una palabra de otra. Don Antonio da el ejemplo de “fútbol”, que en español proporciona futbito, futbolero, futbolista, futbolín, futbolero, etcétera. En cambio del inglés  "foot ball" no se derivan más palabras. El ejemplo es bueno, pero se podrían citar mil más en los que el resultado es el contrario. Mi impresión es que el inglés permite muchos más derivados de una palabra. Don Antonio se pregunta si el sistema de pesos y medidas de los anglosajones se va a imponer al continental (métrico decimal). No lo creo. La tendencia indeclinable es hacia la universalización del sistema métrico decimal. Lo necesita la industria y el Ejército. El Reino Unido se resiste un poco, pero en las monedas, por ejemplo, hace tiempo que dejó atrás los 12 chelines y los 24 peniques, para no hablar de las guineas. Ahora una libra tiene 100 peniques. Otra vez hay que decir que 12 y 24 son convenciones tradicionales por ser fácilmente divisibles varias veces. Los huevos seguimos comprándolos por docenas. Media docena son seis y un cuarto de docena son tres. El sistema decimal tiene la ventaja de que el número 10 coincide con los dedos de las manos. Previsora que fue la evolución o la Providencia.

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