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Pedro de Tena

La campaña decisiva

El proyecto político de reformas que inspira a Javier Arenas podría poner término al régimen que ha obstaculizado, y de qué modo, el desarrollo de Andalucía como sociedad abierta

La campaña electoral andaluza de 2012, bicentenario de unas Cortes que se celebraron en Cádiz y dieron a España la buena nueva de la democracia liberal, única democracia coherente, va a ser la campaña autonómica más importante de la historia de España desde la transición. Ni las primeras catalanas y/o vascas tuvieron tal trascendencia histórica. En la campaña andaluza que comienza este jueves se decide el futuro del conjunto de España por dos grandes razones: el cambio en Andalucía podría traer como consecuencia un equilibrio regional desconocido hasta ahora en la España democrática con el consiguiente fortalecimiento de un gran Sur español desde Madrid a Andalucía incluyendo a Castilla la Mancha, Extremadura, Murcia y Valencia  y como consecuencia de dicho cambio, podría producirse la refundación de la socialdemocracia española hundida por la oligarquía filototalitaria y aética consagrada en Suresnes.

En mayo de 1988, hace nada menos que 24 años, se escribía en El País: "Andalucía está a punto de cumplir nueve años como comunidad autónoma con los mismos problemas que sirvieron de argumentos para las ya lejanas elecciones de mayo de 1979: un desempleo casi 10 puntos por encima de la media nacional y una infraestructura de servicios públicos y comunicaciones con niveles más bajos que el conjunto del país. Esta situación se mantiene pese a que la economía andaluza ha crecido más que la media de España en los últimos años. Ésta es también la comunidad que maneja un presupuesto mayor: casi 800.000 millones de pesetas este año".

Treinta y dos años después de 1979, el PSOE ha mantenido a Andalucía en una situación semejante. Paro escandaloso del 32 por ciento, niveles más bajos que el conjunto del país en infraestructuras, educación, PIB, salarios, pensiones,etc. y presupuestos altísimos asentados en la solidaridad nacional (más de 32.000 millones de euros este año) ayudados por la Unión Europea(casi 70.000 millones de euros desde 1986).

Sólo estas circunstancias harían natural un cambio político en Andalucía. Pero además, el bendito Sur ha sido escenario de un estallido de corrupción que ha dejado entrever con claridad  la espesa, pegajosa y terrible tela de araña que se ha extendido sobre la sociedad andaluza desde 1982. Si el próximo día 25 de marzo, ambos vectores consiguieran el éxito electoral del PP andaluz como resultante político, el proyecto político de reformas que inspira a Javier Arenas podría poner término al régimen que ha obstaculizado, y de qué modo, el desarrollo de Andalucía como sociedad abierta y podría poner los cimientos de un renacimiento que Andalucía espera desde la segunda mitad del siglo XIX, único período en que el primer liberalismo la convirtió en región de referencia para el conjunto de España. Una Andalucía fuerte en un Sur de España fuerte hará imposible la hegemonía de los regionalismos separatistasa que tan caro cuesta a los ciudadanos de esta democracia y haría posible que, por fin, los andaluces, no en la propaganda sino en los hechos, esto es, empleo, PIB, renta, servicios, etcétera, fueran ciudadanos de primera en la España común.

Pero además, el cambio en Andalucía tendría que producir como corolario el fin de la oligarquía monipodiana gestada en Suresnes que desplazó a lo más razonable y ético del socialismo español dando paso a una refundación sólidamente socialdemócrata en la que los valores democráticos estuvieran por encima del partido como fin en sí mismo, modelo totalitario propio del leninismo y el nazismo. Cada persona, cada ciudadano es el fin en sí mismo, como quería Kant y la mejor socialdemocracia europea y esa asunción es la asignatura pendiente de un socialismo hispano que predicó el cambio y nos dio a todos el cambiazo desde 1982, que ese sí que fue un cambiazo.

Si Javier Arenas gana en Andalucía, la izquierda española podrá tener la esperanza del futuro abierto y Andalucía saboreará la esperanza de cumplir sus sueños de equiparación con las mejores regiones de España y de Europa.

Por ello, Andalucía va a ser testigo de una importante batalla. Un PP que lleva perdiendo elecciones sin levantar la voz desde 1982 tendrá oportunidad de demostrar la madera ética y política de la que está hecho en una región que necesita su impulso y cumplir con un papel histórico que ningún otro partido puede cumplir en este momento: la regeneración y el desarrollo económico,social, educativo y cultural. Un PSOE andaluz, carcomido por la herencia de Suresnes y ahogado en su propia degeneración e ineficacia, buscará en una Izquierda Unida, que no tiene la talla de la que alumbraron Anguita y Rejón, perpetuar unos años más su poder y su aparato logístico nacional que sólo en los fondos andaluces podría encontrar financiación adecuada.

Esta noche comienza una de las campañas más importantes de la historia democrática de España. La libertad y la razón pueden hacer que los andaluces se atrevan a hacer lo que es preciso hacer.

El Sr. De Tena es corresponsal político en Andalucía de Libertad Digital. Autor del libro La tela de araña andaluza.

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