Ninjadar, comparto tu opinión hasta la última coma.
Karateka, en esta ocasión decepcionas con tu defensa de Letizia, que nos hayan mettido de futura reinona a la abortista, progre y teatrera ya fue una gran cagad* desde el principio, para eso mejor la rubiaza de Eva Sanung.
El trinque de "picha afortunada" sería solo anecdótico si la Familia Real hubiera cumplido con su parte del trato (vivir a cuerpo de Rey - nunca mejor dicho - a cambio de defender España y la Constitución por-encima-de-todo).
Han callado ante la disgregación de España, han colegueado con presidentes discutidos y discutibles, ni "mu" el día del golpe de estado del 11-m, se avienen a claudicar ante terroristas, ni "mu" contra la perversión de la Constitución, etc...
No han fallado ni un verano para navegar. Eso sí.
No cumplen la función para la que se les puso. El choriceo es solo la guinda del desastre que ha supuesto esta nefasta familia.
Lo siento pero creo que la Monarquia, La Iglesia, La Democracia no son pilares de la sociedad. Los cimientos verdaderos de cualquier sociedad es el marco legal (leyes+jueces+policia). La sociedad usa a la Monarquia, La Iglesia, La Democracia solo como las herramientas que ayudan a mantener el marco legal.
La moraleja: si queremos un estado estable "a prueba de bala" debemos de cuidar el marco legal a cualquier precio, incluido las herramientas si ya no sirven.
Durante los dos últimos años y en una docena de ocasiones he manifestado en LD mi postura favorable para el régimen monárquico aquí y ahora. Por tanto, estoy, poco más o menos, en línea con el articulista y con los comentaristas Karateka, Percy y Divara que me han precedido, aportando puntos de vista, para mí, interesantes. Aparte lo dicho, y como tema anecdótico significativo, me ha llamado la atención el banderaje que portaban los agrupados a las puertas del juzgado de Palma para abuchear, o lo que se pudiera, al Sr. Urdangarín cuando acudía o salía de declarar en ese juzgado: enseñas republicanas y la cuatribarrada "estelada". Que los republicanos se signifiquen contra todo lo que huela a la Corona está en su naturaleza; pero, ¿qué pintan ahí los separatistas pancatalanistas, si no entendieran que la Alta Institución es un obstáculo relevante a sus aspiraciones?. Para mí que así lo entienden, y lo entienden bien. Hasta se le puede sacar punta a la ausencia de "ikurriñas". Invito a que se piense con algo de imaginación.
(y II)
Y me rebelo contra la recurrente patochada de que es preferible tener este jefe del Estado que, por ejemplo, a González, Bono o Rajoy, por no citar sólo a los miembros de una de las familias de la casta. Primero, porque este “señor”, el Monarca, es el peor de todos ellos, y a los hechos me remito, y segundo, y más importante, porque al presidente de la Nación lo elegiría yo, lo elegiríamos todos, por un periodo de tiempo limitado, en elección separada, por supuesto, y sometido al imperio de la ley, es decir, eliminando la impunidad absoluta y permanente de que goza el Rey, que es una aberración jurídica que nos ha creado no pocos problemas a la hora de integrar a España en instituciones internacionales serias. Porque aquí está la clave del problema, la gran carencia de España, no es la forma del Estado sino el sistema oligárquico que padecemos, en el que no hay separación de poderes y existe una casta, encabezada por el Rey, absolutamente impune.
También es falso que la Corona constituya un instrumento de unión de la Nación superior a la Presidencia del Estado. Es justo al revés, al elegirse al presidente en elecciones separadas y específicas a celebrar en todo el territorio español, como ocurre en Estados Unidos, por ejemplo, se establecería un vínculo con la institución y con lo que representa, España, muy superior, tanto legal como moralmente, puesto que el presidente sería nombrado por la voluntad de la mayoría de los españoles, al vínculo existente con la Monarquía.
(I)
¿Pero que identificación simbólica ni que gaitas? A ver si nos caemos ya de la nube y dejamos de repetir como papagayos los “topicazos” falsos impuestos por la oligarquía, en cuyo vértice superior figura nuestro “glorioso” Rey, que rige despóticamente los destinos de los españoles.
La identificación simbólica ha servido para que España esté jurídicamente al borde de la descomposición, y en la práctica, absolutamente descompuesta, con unas autonomías, en particular la catalana y la vasca, que van por libre, siendo suaves, y no sólo ejercen plenamente las desmesuradas competencias que les otorga el desnortado Estado autonómico actual, sino que incumplen con todo descaro y sin consecuencia alguna las mínimas obligaciones derivadas de la aplicación de las exiguas competencias que aún le quedan a la Administración central, en materia lingüística, por ejemplo.
Y el representante de esa institución garante de la “identificación simbólica” ha contribuido decisivamente a la descomposición de la Nación, con su decidido apoyo a Zapatero (“es un hombre que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo”), a la negociación con ETA (“y si sale, sale”; “había que intentarlo”), a los nacionalistas más recalcitrantes (“hablando se entiende la gente”), directamente a ETA, como cuando dijo al portavoz de Amaiur en el Congreso que apoyaría que tuvieran grupo propio, o a la inmersión lingüística, con su presencia en la inauguración de curso de un colegio en el que se practica la “inmersión”. Pero la cosa no queda ahí, puesto que este personaje, el garante de la unidad, está unido o ligado, en este caso sí es cierto, a los mayores y más siniestros escándalos de nuestra reciente historia “democrática”, la que comienza en 1978.
De acuerdo con Pepe Garacia y con Divara,tener a ciertas personas como presidentes de la república.Sobretodo a Bono (yo soy de Albacete) ese que va a Guinea con el Pocero.Y lo que cuesta las elecciones a presidente del gobieno despues el de la república; todo lo que conlleva.
Y no estoy a sueldo de nadie(en el paro sin cobrar nada) pero estoy arta de pagar a los politiquillos,enchufes etc.
El 23 F el rey, tras el golpe a cargo de su preceptor -Armada- y del militar más monárquico de cuantos había -Milans- devino por arte de birle birloque en salvador de la democracia. Es muy probable que una vez que quede probado el trinque de su yerno y su hija con su conocimiento y todo ello sin apenas consecuencias, sea considerado además defensor de la justicia.
Viva el tampantojo.
Pasmosa por cierto la abundancia de reales paladines defensores de lo indefendible y lo más sorprendente es que algunos puede que no estén a sueldo. Pero ánimo que algo caerá...
Percy, está más que claro que, cuando hablo de un sistema democrático, no me refiero a repúblicas bananeras, como la del camarada Chávez. También, es verdad, que las monarquías parlamentarias son democráticas, al no ostentar los reyes más que un poder de representación, no ejecutivo. Pero, esta claro que, por ello, sigo sin ver la razón de que la presidencia del Estado sea representada por un Rey, y no por un presidente de la República, como en Alemania o Italia, ejemplos de Estados con democracias parlamentarias, no presidencialistas, como los EEUU o Francia, donde los presidentes sí tienen funciones ejecutivas.
Dicho todo lo anterior la coletilla final, en tu comentario: "Si eso lo respondes con una apelación a la casposa argumentación de hace trescientos años (el pueblo, la representación, los anacronismos...) no te diiferencias mucho de los que gritaron Vivan las cadenas", sobra.
ebennet, repites mantras y los mantras no se demuestran, hay que creer en ellos. El problema es que no vas a convencer a nadie con mercancía averiada, afirmaciones infundadas y profecías autodemostradas.
ANS, a Ortega es bueno citarlo poco y nunca, dado el daño inmenso que ha hecho a la cultura española. Es bueno leer el Dietario de Pla y Tiempo de Silencio y comparar las caricaturas que se hacen de él. Esa afirmación absurda de aquellos años depende de una visión dialéctica del tiempo, la misma que llevaba a afirmar a Droysen (de quien quizá tomó esa humorada) que el error de los griegos fue no unirse antes de llegar Alejandro. La razón por la cual un Estado se organiza de detrminada manera, sea en su estructura territorial o en la llamada forma de Estado, tiene poco que ver con esos argumentos. Pla es un buen antídoto para la superstición republicana, pero como la gente prefiere leer a Ortega así nos va.