Si de algo adolece la nueva reforma del mercado laboral, sin duda, es de celo con los privilegios sindicales y con el desequilibrado derecho de huelga en nuestro Ordenamiento Jurídico
EDITORIAL
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Senex dijo el día 13 de Febrero de 2012 a las 10:32:
Tal vez no sea lo mejor que se trate en la reforma laboral de arreglarlo todo. Tal vez, para que lo bueno sea suficiente, baste con lo que ahora se haga para la concienciación sindical de su adelgazamiento institucional, que les conduzca al correlato en su estructura organizativa. Probablemente, con la fuente de sus finanzas en las manos de un Parlamento regido por sus adversarios políticos y sociales, tal como así ellos lo entienden; además, dispuestos a una aplicación represiva eficaz de sus eventuales piquetes de huelga, eso ya lo saben Méndez y Toxo; porque, tontos no parecen. Tal vez convenga, de momento, permitirles ciertas manifestaciones verbales y alguna callejera testimonial de cara a sus bases sindicales y apoyos sociales, ahora debilitados. En mi opinión, Báñez, con la sartén cogida por el mango, no lo tiene muy difícil, a poco que haya estado acertado el responsable de su designación. Veremos.
Por otra parte, me explico el especial interés de CiU en el tema del derecho de huelga: muchos de sus prohombres sostenedores deben tener la mosca tras la oreja, y aún no han olvidado los relatos sobre los disturbios fabriles, particularmente violentos en Cataluña, que precedieron en poco a nuestra Guerra civil, que llevó a sus padres a cierta forma de colaboración aparente con el franquismo; sin renunciar, encendiendo una vela a Dios y otra al Diablo -entiéndase, a Tarradellas-, a su catalanismo cuasi genético.
jamacuco dijo el día 13 de Febrero de 2012 a las 08:37:
Totalmente de acuerdo.
españi dijo el día 13 de Febrero de 2012 a las 08:34:
Tal vez no sea lo mejor que se trate en la reforma laboral de arreglarlo todo. Tal vez, para que lo bueno sea suficiente, baste con lo que ahora se haga para la concienciación sindical de su adelgazamiento institucional, que les conduzca al correlato en su estructura organizativa. Probablemente, con la fuente de sus finanzas en las manos de un Parlamento regido por sus adversarios políticos y sociales, tal como así ellos lo entienden; además, dispuestos a una aplicación represiva eficaz de sus eventuales piquetes de huelga, eso ya lo saben Méndez y Toxo; porque, tontos no parecen. Tal vez convenga, de momento, permitirles ciertas manifestaciones verbales y alguna callejera testimonial de cara a sus bases sindicales y apoyos sociales, ahora debilitados. En mi opinión, Báñez, con la sartén cogida por el mango, no lo tiene muy difícil, a poco que haya estado acertado el responsable de su designación. Veremos.
Por otra parte, me explico el especial interés de CiU en el tema del derecho de huelga: muchos de sus prohombres sostenedores deben tener la mosca tras la oreja, y aún no han olvidado los relatos sobre los disturbios fabriles, particularmente violentos en Cataluña, que precedieron en poco a nuestra Guerra civil, que llevó a sus padres a cierta forma de colaboración aparente con el franquismo; sin renunciar, encendiendo una vela a Dios y otra al Diablo -entiéndase, a Tarradellas-, a su catalanismo cuasi genético.