Prescripción en el “Querido Emilio”.
Enjuague infecto.
De una CHISTERA con el fondo muy examinado por fiscales y jueces, ahora oportunos jueces o fiscales del “Supremo”, sacan el “conejo de la prescripción”.
Casi al cien por cien, con emoción se espera un “conejo absolutorio” por lo de la documentada vulneración, a sabiendas, en el tema de la competencia en las llamadas fosas del “franquismo maldito”, para redimirnos ante el mundo mundial “progresista”, representado por ese aquelarre de dictaduras infectas que es la ONU y demás cloacas nacionales e internacionales de la verdad orwelliana.
Garzón, paradigmático verso suelto del enfermizo e insaciable afán de protagonismo, ya está convenientemente apartado del oficio de Juez, donde ya era un serio problema para la Nomenclatura prisáica, rubalcabiana, y del dominante sector arriolero del PP.
Fuera de la judicatura, pudiera aun ser elemento muy aprovechable para el “Gran Hermano”...
Sin luz verde del PSOE esta indecente “Estrella”, jamás se hubiera sentado en el banquillo...
Infecto enjuague…
De todos modos, el paralelo con Pijoaparte sí está muy logrado. me imagino al ex juez en los tiempos en que trabajaba en una gasolinera (propiedad de su padre, eso sí) y da el tipo.
La derecha no ha hecho nada en toda esta historia, por eso no acabo de entender a qué viene este artículo o que pretende defender. Quien ha hecho algo y jurídicamente muy atinado es el Tribunal Supremo y por unanimidad. Tema distinto es que la izquierda cerril defienda a Garzón y le quiera canonizar.
De todos modos, Carl Schmitt es un personaje de gran altura intelectual y con una andadura hispánica muy notable, por cierto. No veo para lelismo posible, puesto que Garzón es un cretino que no sabe redactar un auto correctamente. Me limito a un ejemplo: en el auto de Pinochet, donde se debió de esmerrar sabiendo que lo iban a publicar en todas partes, citaba tratados de los que España no era parte... Si eso es un juez...
La Guerra civil puso de manifiesto la existencia de dos Españas contrapuestas. O de una España y otra anti-España, si se quier mirar así. El fin de la Guerra civil se saldó con el paso a la clandestinidad de la otra España o de la Ant-España, que siguió existiendo, la Transición solo fue una manera falaz de contentar a la otra España o anti-España. Y en la actualidad, el caso Garzón pasa a ser el estandarte de la nueva lucha entre las Españas o entre la España y la anti-España. Seguimos con lo mismo. Hay que convivir con esto como conviven árabes e israelíes. El único consuelo es que sea sin bombas. Otro no hay.
Creo que aquí la derecha o la derechona no ha fabricado mártir alguno. Es la izmierda la que, en sus desvaríos y escoramientos que le son propios, ahora defiende a quien otrora insultara y vejara cuando aquello del señor de la incógnita.
Perdonan cualquier crimen, perdonan cualquier traición (de los suyos, claro), lo que nunca perdonan es que alguien o estamento alguno les saque de su mundo virtual para enfrentarlos a la realidad.
Es su manifiesto y rotundo desvarío lo que no permiten se saque a la luz.
El primer problema es la imputación por cohecho impropio. Pero es que a consecuencia de ese cohecho, lo que hizo Garzón fue tomar decisiones manifiestamente injustas, es decir, que prevaricó.
Y lo que hizo no fue cohecho impropio, fue lo que solemos llamar “chantaje”. es decir, que se “limitó” a extorsionar a Botín y Cía.
¿Ahora prevarica también el juez Marchena?.
Pero el problema es que lo de las “conferencias”, “simposios”, etc., lo hacen muchos de los jueces de las Audiencias, Tribunales Superiores y Supremo, sino todos.
Recordemos el caso de la “excursión a Montevideo” del Consejo General del Poder Judicial (haciendo memoria histórica del BOE: “Conejo General del Joder Judicial” y el que no se lo crea que lo consulte). La excursión corría a cargo de Telefónica. Y como esas un montón todos los años. Vamos, un pequeño apañito para que SS lleguen a fin de mes.
Y ese es el motivo por el que no quieren juzgar a Garzón sus compañeros: Porque ellos también lo hacen.