El intento de Chacón de tomar las riendas del PSOE fracasó por los pelos. La jugada la había planificado Rodríguez Zapatero, que aconsejó a Chacón dejar vía libre a Rubalcaba para que éste se enfrentara en desigual combate a Rajoy en las elecciones generales del 20N. Tras consumarse la debacle, Chacón quedaría muy bien colocada para disputarle con ventaja la secretaría general a Rubalcaba. Contaría con el apoyo de los "zapateristas" genuinos –Caamaño, Fernández de la Vega, López Aguilar, Moratinos, Pajín y Cia–, los delegados del PSC agazapados en su particular caballo de Troya, Gómez, el secretario general de Madrid, y sus seguidores que ni olvidan ni perdonan el apoyo de Rubalcaba a Lissavetzsky en las primarias de esa Comunidad hace unos meses, y otros delegados a los que Chacón habría prometido cierta notoriedad en caso de alzarse victoriosa. Felizmente, su pobre discurso y peor oratoria evitaron que se consumara el desastre.
Hubiera sido harto curioso que alguien que está afiliada a otro partido, el PSC, hubiera pasado por arte de birlibirloque a ser el secretario general del centenario partido que fundara Iglesias en una casa de comidas madrileña. ¿Qué hacían por cierto en el cónclave del PSOE los representantes del Partido Socialista de Cataluña, con Chacón a la cabeza, las mismas personas que muy pocos días antes respaldaron por abrumadora mayoría en su último congreso una enmienda reclamando tener "voz propia" en Las Cortes? Hasta tal punto han interiorizado los socialistas catalanes las formulaciones nacionalistas y asumido su subordinación al pujolismo que incluso para reclamar la independencia del PSOE utilizan una expresión calcada a la que emplean los nacionalista para camuflar sus imposiciones como defensa de su "lengua propia". La asociación entre ambas expresiones guarda más relación de lo que pudiera parecer a primera vista.
Del mismo modo que nadie cuestiona o impide a los nacionalistas catalanes utilizar su "lengua propia" en todos los ámbitos públicos y privados en Cataluña –lo inaceptable es que la impongan a quienes por nacimiento o elección tienen otra lengua propia–, pero ellos siguen invocando su defensa para distraer la atención de las tropelías que cometen en su nombre, los militantes del PSC exigen también tener "voz propia" dentro del PSOE, como si alguien les obligara a acudir a sus comités y congresos federales, o a postularse para dirigir la secretaría general del partido. ¡Háganse mayores de edad de una vez y abandonen el cobijo del PSOE, si eso es lo que realmente desean! Dejen de engatusar a los ciudadanos que todavía les votan en Cataluña –por fortuna, cada vez menos–, trayendo a los líderes del PSOE para animar sus mítines electorales y fiestas rosadas. ¿Acaso alguien se lo impide? ¿Que quieren seguir empleando su "voz propia" para defender los intereses de Cataluña por encima de todo? ¿Que desean volver a representar el papel de lacayos de Pujol y su prolífica prole como ya hicieron durante veintitrés años de vergonzosa oposición? ¿Que aspiran a reponer algún día el sainete nacionalista con el que nos obsequiaron compartiendo cartel con los aparceros de ERC durante siete años? Pues,… ánimo: nadie obliga al Barça a jugar en la Liga de Fútbol Española, ni a ustedes en la del PSOE. Y créanme, si se deciden a dar ese "histórico" paso, algunos catalanes les estaremos muy agradecidos.
El Sr. Polo Andrés es catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona.