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La única línea roja es la ley

Por boca del ministro de Educación, hemos vuelto a comprobar, una vez más, que la promesa electoral de garantizar el derecho a estudiar en lengua española en toda España se ha quedado en una alusión vacía

maskedfa dijo el día 10 de Febrero de 2012 a las 12:01:

En efecto, todo eso, como dice ANP, no sucedería, si la sociedad civil castellanohablante se organizara y la inteligencia catalana le ayudara, como ocurrió cuando, en el tardofranquismo, obreros de los barrios e intelectuales catalanes y castellanos, salíamos a manifestarnos para pedir respeto al catalán en las escuelas; pero, le falta matizar que los mayores problemas, las mayores ignominias, la mayor fiereza en la imposición se esta viviendo en los barrios de las grandes poblaciones catalanas, barrios que han acumulado el mayor número de obreros y clase media baja de lengua castellana, que están, desde hace años y cada vez más, acuciados por problemas de todo tipo, laborales, personales, de convivencia con la emigración y la droga que se les mete a sus hijos incluso en las mochilas del cole... No se les puede pedir que, además, sean conscientes de que lo de la imposición ling¨ística es otra forma de lumperización, otro modo de reducirlos a la condición de intocables, al estilo indio.
Quienes han desertado de sus responsabilidades al respecto han sido la izquierda, insolidaria con los pobres, y la intelectualidad catalana que, todo lo más, ha salido cuando ya era demasiado tarde y no ha tenido la entereza de mantenerse en la denuncia. Algunos, se han callado enseguida, otros, se han liberado yéndose a Madrid a trabajar.
Es decir, que entre todos la mataron y ella sola se murió.
Pedirles más rigor en la lucha a los que ya han perdido todas las batallas, las personales, las laborales, las escolares, etc. es de masiado pedir. Son, la mayoría, gentes que se han ido, tras la guerra "que perdieron" a la liberada Cataluña y allí, los nuevos fascistas, los nacionalistas con el silencio cómplice o temeroso de las élites catalanas, les han vuelto a ganar la guerra de la emancipación, del respeto, de la liberación personal. Los barrios castellanohablntes son hoy, en Cataluña, pudrideros de gente noble y luchadora; y ello es así por "razones" de lengua.
Los progres, se ve que tienen mucho trabajo y mucha ira sólo para defender a jueces endiosados que se creyeron por encima de la ley, aunque eso haya sido en un momento puntual. Queda, se ve, más fotogénico.
Ahí están todas las marujastorres del mundo con toda su indignación a cuestas no por lo relevante, sino por lo fotogénico.
Hay, señor Robles, que insistir hasta que la masa catalana grite: "No en nuestro nombre". Porque, no se trata de restar, sino de sumar lenguas y conocimientos.
Gracias.

ANP dijo el día 9 de Febrero de 2012 a las 23:39:

Todo eso no pasaría si en Cataluña, en el lado castellanohablante, hubiera una sociedad civil organizada, culta y consciente de sus derechos, y no una suma de individuos de entre los cuales, una minoría, selecta pero minoría, tenemos el sentido crítico necesario para rechazar el discurso del poder