El artículo me parece honrado, objetivo y con independencia de criterio. Debería servir para quienes no dudan en etiquetar, y no muy bien, precisamente, al sr. Fanjul. Aunque no siempre comparta su punto de vista, he de reconocer su honradez intelectual. Nunca dejaré de agradecerle lo que me ayudó a comprender nuestro pasado con sus magníficos libros "Al-Ándalus contra España" y "La quimera de Al-Ándalus", que produjeron ronchas en algunos sectores pseudoprogresistas que nos habían estado timando con el buenismo y otras lindezas de los moritos del pasado... y del presente. Gracias, Don Serafín. Por cierto, si la memoria no me falla, este año 2012 hace exactamente 800 años de la batalla que cambió, para bien, el devenir de nuestra historia; me refiero a la que antes, y no ahora, se aprendía en los colegios como la batalla de las Navas de Tolosa. Apuesto doble contra sencillo que nuestros políticos no harán nada por recordarla. ¿Apostamos? Qué pena de los pueblos que ignoran y desprecian su historia. Ya se sabe: el españolito desprecia cuanto ignora, Machado dixit.
Ya lo dijo Hitler:
'Con mando aleman y soldados españoles,conquisto el mundo'
El guarda de la garita de seguridad de una empresa en la que trabajé hace años era guardia civil retirado e hijo de un excombatiente de la División Azul. Cada vez que agarraba a alguno (a mí me agarró varias), le contaba batallitas de aquellos alemanes y los elogios que éstos dedicaban a los españoles: "Cuando avanza un español," solía decir que decía algún oficial, "es lo mismo que si avanzara un alemán." Su padre le había contado que, en efecto, aunque los españoles exhibían un aspecto más tosco, en aquellos frentes se peleaban como el que más y así se ganaron el respeto de muchos alemanes.
Buen artículo. Esclarecedor.
Como hijo que soy del capitán de la compañía de esquiadores que atravesó el Lago Ilmen, me veo obligado a precisar un par de cuestiones del artículo del sr. Fanjul. La primera será concerniente al número de personas que formaron la expedición, que fue de 206 y no de 207. De ellos, efectivamente, quedaron sólo 12 combatientes.
La segunda cuestión es tocante al juramento que los españoles hicieron en el campamento bávaro de Grafenwöhr. No distingue nuestro articulista entre la fórmula que emplearon los militares alemanes y la de los españoles, y es éste punto que encuentro de capital importancia. Pues la empleada por nuestros compatriotas se limitó a la lucha contra el comunismo, y esto es algo sustantivo y que conviene dejar bien claro.