¿En qué quedamos? A Zapatero no podía exigírsele nada, pues nada era. Rajoy había demostrado valentía... con los débiles. Y ahora, como los cobardes, reincide.
¿En qué quedamos?
A Zapatero no podía exigírsele nada, pues nada era.
Rajoy había demostrado valentía... con los débiles. Y ahora, como los cobardes, reincide.