En los largos años de oposición de Rajoy, me hice a la idea de que es un personaje completamente vacío, un mero funcionario que quería ser presidente simplemente como colofón a su carrera funcionarial, pero en ningún caso por tener un proyecto de gobierno para su país. Sus silencios parecía claro que provenían, no de ningún cuidado tacticismo comunicativo, sino de no tener absolutamente nada que decir sobre los diferentes asuntos de gobierno. Al ganar las elecciones y oirle algunos discursos con algunos elementos aprovechables, quise creer que no era para tanto, que quizá anidaba alguna inteligencia política en el señor Rajoy. Pero tras unas semanas de haber sido investido presidente, da la impresión que voy a tener que recuperar el viejo concepto negativo de este señor. Para desgracia de España
Los señores Rallo, Llamas, Recarte, Centeno y Rodriguez Braun han demostrado que si hay otra alternativa: la liberal, que consiste en mas individuo y menos Estado, pero, como para don Mariano el liberalismo es pecado mortal, ha escogido la fracasada politica socialdemocrata, que nos conducira a la inexorable ruina en muy poco tiempo.