Dando por fin rienda suelta a "to lo que lleva entro", César Vidal ha puesto en marcha a todo gas la máquina de perder lectores. Ilusos, sin embargo, quienes durante tanto tiempo pusieron interés en este chocante escritor, que hace ya muchos, muchos años que enseña la patita para quien sabe leer entre líneas.
No creo que la reforma haya sido la panacea de nada. La separación de poderes, la democracia, no necesariamente conducen a la justicia.
Salvando las distancias, mientras en USA en 1960 estaban engolfados en luchas raciales repugnantes, con el asesinato del doctor King; en España teníamos el día de la raza; siglos antes y digo siglos, los españoles habíamos desarrollado una legislación de integración y conquista que parece ensombrecer la conducta de USA en pleno siglo XX: las leyes de indias.
No seré yo quien se deje fascinar por los protestantes y sus hijos putativos.
Para los que quieran confrontar las ideas de Vidal con otra perspectiva bien diferente se pueden leer la Defensa de la Hispanidad de Ramiro de Maeztu.
Me siento orgulloso de España y de la Hispanidad y nada obnubilado por la religión protestante (ni por ninguna otra), ni por los anglosajones, franceses, la democracia, el socialismo o el liberalismo.
El artículo se comenta solo. Lo chocante es que lo escriba alguien que hace llamarse historiador. Me parece que el crédito que ha perdido Vidal con esta serie de artículos habrá que valorarla con el paso del tiempo.
Habla de sectarismo de la Iglesia Católica cuando estos textos suyos son tan sectarios que pocos anticatólicos recalcitrantes se atreverían a escribir. A Vidal le ha salido la vena de pastor protestante y seguro que los evangélicos, los baptistas, etc. en esto sí se unirán para hacer uso de ellos en sus "reuniones" dominicales.
Dice César Vidal:
"Las consecuencias –distintas, ya lo adelanto, de las surgidas en las izquierdas de otras naciones– han resultado aciagas para la Historia de España."
Pues si lee "La France aveuglée par le socialisme/La Francia cegada por el socialismo" (François Bourin Editeur, 2011) podrá apreciar que, según su autor, Philippe Nemo, la izquierda francesa ha actuado, de forma corregida y aumentada, tal como describe Vidal a la izquierda española; así, la nueva "iglesia" del Estado militantemente laico,
a través de sus "clérigos" -- funcionarios de la Administración, de sus sindicalizados enseñantes en la Educación Nacional, de sus periodistas en los medios de comunicación y de sus productores culturales -- va conformando las mentalidades y las conciencias ("hearts and minds") de los ciudadanos, todos réplicas iguales del "hombre nuevo".
Insisto: estamos hablando de lo que la izquierda FRANCESA empezó a hacer en 1793...y no ha parado hasta el presente. ¿La izquierda española?: intentando seguir el paso de la francesa; Zapatero se paró en los radicales anticlericales de finales del siglo XIX, antes de la creación del Partido Radical francés. Y los socialistas actuales (y demás familia) están anclados en el socialismo de sus padres y abuelos de los años 1930's. La refundación del Partido Socialista alemán --SPD , en 1959, en Bad Godesberg, y la fundación del Partido socialista francés en 1969, en el Congreso de Alfortville, lejos ya de la antigua SFIO (Sección Francesa de la Internacional Obrera) que participó en las luchas políticas de la primera mitad del siglo XX, son experiencias que no han calado en nuestro PSOE.
Vaya forma de repetirse, Sr. Vidal. Nada nuevo salvo dar vueltas a la noria como un burro enjaquimado. Se puede salvar como momento crucial del relato lo de: "... en el que el dogma no lo invadiera todo y en el que la libertad fuera el primer valor..."
¿Se refiere por un casual a la libertad o al "dogma de la libertad"? Porque creer en la libertad también es un dogma. Libertad es una palabra que cada uno pone donde quiere. Nadie ni nada es absolutamente libre y se tienen ataduras ante cualquier cosa que uno hace o quiere hacer. La leyes son todas una coartación de la libertad, necesaria podría argumentarse, pero no tan claro el argumento cuando las leyes no son mas que unas normas de convivencia acordes a la política del momento. La orientación política de la sociedad puede cambiar, y el concepto "libertad" pasar a tener un contenido distinto al anterior, y para la gente seguiría siendo libertad.
¿Que en una democracia esa política la votan los ciudadanos "libremente"? Déjeme usted de gaitas, hombre. El ciudadano va a votar con arreglo a unos dogmas establecidos que los medios de comunicación le meten por los ojos machaconamente y no va a salir de ahí. ¿Que se piensa libre? Seguro que si. A pies juntillas. Pero solo será el muñeco parlante de unos poderes que configuran en su cerebro la idea de libertad que ellos consideran idónea, y acto seguido le meten una ristra de impuestos y obligaciones que lo atontan, y le hacen lloriquear un poco o un mucho, que eso siempre es bueno, hay que indignarse, pero a ver si eres libre de no cumplir, que te vas a enterar, sobre todo si no eres godfellas.
¿Sabía aquello de Curzio Malaparte: Uno nunca sabe qué contestar a los que dicen que mueren por la libertad? Pues eso. Yo cuando alguien me mete la libertad por enmedio es como cuando un político hace un discursillo y mete palabras como "transparencia" o "inflexibilidad judicial".
Y eso ocurre en los políticos protestantes también, créaselo. ¿Que en los católicos más? Es posible. Será porque nunca han tirado una bomba atómica.
Son numerosos los filósofos que han comparado a la Iglesia con el socialismo. No es ninguna novedad llamar al marxismo neoreligión allá en el siglo XIX, pues ocupaba un espacio dentro de las creencias sociales que pretendían sustituir la religión cristiana por otras creencias. Y lo consiguieron en parte; una religión laica son todas esas ideologías producto de la revolución industrial que hoy puede decirse que son tanta o más antigualla que el propio catolicismo. El mal que pueden hacer una y otra es similar; recuérdese “la guerra”, cómo se la llamó “cruzada” no ya contra los mahometanos sino contra otros teóricos ateos. ¿No habría debido haber sido más cruzada la guerra para establecer el protectorado en el Norte de África?
El anarquismo sería otra neoreligión nacida prácticamente en la misma época y que tanta fuerza ha tenido en España, por lo que respondio y responde al mismo molde que el socialismo.
Esta dialéctica se ha integrado de tal modo en la entraña ideológica y de creencias española que ha determinado y determina el sistema estructural de esta nación.
Pero peor es todavía observar como una y otra siguen actuando como antaño. Y sin visos de cambiar ancladas en parámetros ya caducados en otras sociedades. Esto trajo como consecuencia que España fuera un país de segunda y/o tercera categoría en el siglo XIX y el XX, y como seguimos en el mismo paradigma, parece que no cambiaremos de categoría ni ahora ni en el futuro.
Salud Don César.