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El jefe de bomberos del reino

La monarquía parlamentaria tiene la ventaja de no vincular la jefatura del Estado a los partidos políticos y sus estrechas –y sectarias– lealtades.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 21:02:

Y lo de 'delenda est..." no es más que una parida de Ortega, que no sería más que un insulto a la inteligencia, una simple bobada de las muchas que dijo si no fuera por las terribles consecuencias que tuvo. En vez de El Error Berenguer se podría hablar de "El Error Ortega". Ortega es la prueba de que las tonterías no las dicen solo los tontos.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 21:00:

mcnultu, creo que el que seguro, sin duda alguna, escribe de coña eres tú. En otro caso d´ría que no has entendido nada... No es conmigo con el que te debes enfadar. Simplemente, la realidad es lo que es.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 20:58:

estepa, el Derecho es convención y tan injusta es la sucesión en Derecho público como el Derecho de herencia en el ámbito privado. Y no me digas que es diferente, porque conozco unos cuantos casos de sucesión privada de paquetes de acciones de grandes multinacionales y eso no se queda en el ámbito privado. No hay ninguna razón de base (salvo que creas en el Derecho natural) para justificar una institución como la herencia. Sé que suena raro, pero el argumento que tú utilizas lo esgrimía gente que, de algún modo u otro, creía en el iusnaturalismo, fuera racionalista, Cristiano (calvinista en muchos casos, como Paine...). Hoy en día carece de rigor... Eso de que es el sistema menos malo está por ver.

mcnulty dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 18:43:

Empiezo a pensar que el amigo Percy escribe en coña, y que su nick es una simpática abreviatura de percebe: lo del "uso-acrítico-de-tópicos-retóricos" le ha quedado entre ridículo, cacofónico y patético.

Por lo visto, él conoce perfectamente el funcionamiento de las instituciones en cada contexto y en cada país, y evidentemente "Spain is different". Los españoles no necesitamos mitos como el de la representación (?) o el de la la elección (??), sino realidades objetivas más allá del mito, como la evidente superioridad de una familia sobre el resto por el abrumador argumento de la sangre. Acabáramos.

Afirmar que la regeneración no puede salir de un sistema donde el Jefe de Estado es miembro de una casta corrupta es un doble mortal con tirabuzón, vuelo acrobático y marcha atrás. Vamos, que la garantía de la virtud del monarca viene directamente del cielo, pura e inmaculada (pasando de puntillas por el empujoncito del Generalísimo y el oportuno puenteo a su señor padre). Su poder regenerador sería inmanente, fuera de toda sospecha. Lo que no sé es a que espera para ejercerlo, que tiempo ha tenido el muy Borbón.

Politólogos aparte, el señor Percy retuerce los argumentos según le pille. La solución de un país depende de la forma de estado o no según hablemos de monarquía o república. La corrupción de un presidente salpica al resto, pero la de un monarca es individual. Admirar un sistema y creer que de él derivan todas las virtudes es ingenuo, pero sólo aplicable a quienes él determine. La existencia de estados nacionales y repúblicas es un anacronismo, pero no nos dice cuál es la alternativa. Supongo que un emperador universal, tipo Palpatine, con un Darth Vader que se ocupe de los asuntos del día a día.

Como sistema político barato, integrador y con raigambre en la tradición ya teníamos el régimen de Franco, pero a muchos no nos acaba de convencer, somos así de anacrónicos y poco prácticos.

Por último, si para no desmandarnos necesitamos un símbolo por encima de las luchas partidistas, por qué no poner de rey a uno o varios actores que cumplan esa función en las ceremonias, en plan Reyes Magos. O a un muñeco, directamente. O una cabra, como la mascota de la Legión. Al menos nos ahorraríamos el mantenimiento de sus familias y los discursos de Navidad, que tal y como está la cosa, no es asunto baladí. Pues eso. Feliz año a todos y viva España.

Corday dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 16:17:

Gran artículo doña Cristina -como ud. suele, aunque le moleste toda zalamería-
Muy, pero que muy bien traído don Julián Marías al caso.
Diríase que el gran P. Johnson escribió su ars columnae inspirado, inducido por las muchas que ud. ha escrito.

estepa dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 15:43:

Percy:
Casi me convences con el sofisma que planteas entre República y Monarquía.
Probablemente sea una de las personas más escépticas de España , apenas me fío de nada ni de nadie, y menos creer em mitos a los que tú aludes. En realidad, en lo que la Monarquía me parece una anocronía, a la que “delenda est”, es la injusticia que supone el derecho de sucesión, mucho más injusto que el de elección de la República. Es lo mismo que lo se piensa de la democracia, qué es el sistema menos malo; pues yo pienso que la República es el menos malo.
Mira que note traicione el subsconsciente. Has escrito “república”, en minúscula, y “ Monarquía”, en mayúscula.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 14:26:

Y Finlandia tampoco es presidencialista...Respecto a las parlamentarias, un simple ejemplo. En Alemania existe el debate de qué sentido tiene pagar a un presidente al que no se conoce ni en Alemania y que cuesta mucho más que una Monarquía. Si lees el FAZ verás muchas críticas con el caso de corrupción en el que el titular de la presidencia está inmerso en estos días. Y no es el primero: Von Weiszacker ya dejó el pabellón bien alto.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 14:21:

No está mal informarse de vez en cuando, estepa: ni Alemania ni Portugal ni Francia ni Italia son presidencialistas. La que más se acerca es Francia, que es semipresidencialista y es un buen catálogo de los problemas del modelo, aun aplicado de modo más suave. Eso explica la reforma que acababa con los septenios, sin ir más lejos. Te insisto en que eso que digo no es precisamente una falacia, es una constataciónde lo que ocurre en la práctica, no en el mundo de las ideas donde todo encaja como en una fantasía de colores. No deja de ser un grave anacronismo creer que la solución de un país depende de la forma de Estado. La propia existencia de los Estados nacionales va camino (a largo plazo, eso sí) de ser un anacronismo y las repúblicas con ellos.

Percy dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 14:15:

mcnulty, te repito que el sistema americano no funciona fuera de EEUU. Es un tema de estudio muy común entre los politólogos. J. J. Linz, lectura fácil e lustrativa, afrontó el problema a raíz de los conflictos que existían entre la presidencia y la asamblea en el Brasil de Collor de Melo, que no es Bolivia con el cocalero precisamente. A partir de eso comentaba otros caso recientes (Méjico entre ellos) y a la luz de esos supuestos discutía ciertos rasgos de la constitución del 31 y los trabajos de la comisión, sobre todo cómo se configuraron los poderes del presidente (en un sistema que no era presidencialista y donde se le dieron demasiados, de ahí el problema) y llegaba a conclusiones muy escépticas sobre el modelo presidencialista. Insisto, hay mucho escrito sobre el tema. Admirar un sistema y creer que de él se siguen todas las virtudes de una sociedad es por lo menos ingenuo... Y no niego que bobalicón en grado sumo.

mcnulty dijo el día 27 de Diciembre de 2011 a las 13:43:

Aún admitiendo la profunda sabiduría política del amigo Percy, y reconociendo humildemente mi paletismo, ignorancia universal y admiración entre bobalicona e iluminada por el sistema americano (hay que ver, qué facilidad para la descalificación tiene "el sensato"), el problema de la monarquía es que -florituras ideológicas al margen- la encarna una persona real, con sus defectos y sus virtudes. En nuestro caso particular, ver a un elemento como el Juan Carlos hablando de ejemplaridad e igualdad ante la ley en su discurso de navidad da entre pena y risa. Si toda la basura de Urdangarin (y la infantita) no hubiese salido a la luz, nuestro muy ejemplar monarca -que ya la conocía- se hubiese callado como un putas, y eso por no hablar de sus propios negocios o los de sus amiguetes, o de la ejemplaridad social de sus escarceos erótico-pilingueros, y no quiero ni entrar en temas como el 23-F o el 11-M porque me caliento. Éste es el mismo individuo que aseguraba que ZP sabía muy bien lo que hacía, y que había que dialogar con ETA y si sale, sale.
Y lo de poner como ejemplo de fracaso republicano a países como Bolivia tiene el mismo valor que escoger al azar una monarquía chunga y decir que eso tampoco funciona (ejemplos no faltan).
Dicho esto, quiero dejar claro que me encantan los artículos de Cristina, que los suele clavar y que soy fan suyo total. Pero a veces disiento. Muy pocas veces, la verdad sea dicha.
Con todo mi afecto y mi admiración (bobalicona o no).

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