Cuánta razón tenía José Antonio cuando pretendía acabar con los partidos políticos. La historia nos demuestra su nefasto papel y su trágico coste en vidas y dinero.
El PSOE ha aglutinado desde su fundación a lo peor de la sociedad española. Cuadrillas de mangantes, vagos, ladrones y asesinos, gente sin escrúpulos ni formación intelectual en su gran mayoría, capaces de lo peor para conseguir sus fines.
Ese partido de gentuza debe ser proscrito, disuelto y embargados todos sus bienes para resarcir al Estado de todo el daño causado durante tantos años. Sus líderes antiguos deben ser mostrados a la sociedad en toda su perversión, sus líderes actuales desde la transición, juzgados y encarcelados. Sus delitos están documentados, pero han eludido el banquillo gracias a todos lis jueces y fiscales que tienen en el bolsillo, unos sobornados y otros chantajeados.
Si Rajao tuviera el valor necesario inveatigaría todas las andanzas de esta última etapa sociata, desde algo antes del 11-M-2004, pues aquel atentado se organizó tiempo antes, gracias a la estupidez de Aznar de no sanear lis servicios de inteligencia, tan al servicio de Mister X, durante la anterior etapa sociata. Después promovería su procesamiento y su encarcelamiento, para establecer unas bases limpias, por fín, al Estado. Pero no va a ser así. Es un cobarde y un inútil. Se verá ni dentro de mucho cómo vuelven a desalojar al PP del poder, conchabados con lis sindicatos y con los separatistas, de nuevo.
Expulsar al PSOE para siempre de la política debe ser una prioridad nacional irrenunciable.
Cuánta razón tenía José Antonio cuando pretendía acabar con los partidos políticos. La historia nos demuestra su nefasto papel y su trágico coste en vidas y dinero.
El PSOE aglutina desde su nacimiento a lo peor de la sociedad española. Unas cuadrillas de
Conviene no olvidar que este partido no ha perdido las elecciones sino después de un desastre económico sin precedentes.
La inmensa mayoría desconoce su trayectoria porque se nutre de la propaganda.
El problema más grave del PSOE es su antiespañolidad, porque ésta es la que le conduce a su radicalidad. En la medida en que el PSOE no puede afirmarse como partido nacional, tiene que sacar pecho por su condición de izquierdista, y cuanto más sectario se vuelve, menos aprecio tiene por una condición que debería estar por encima de la lucha partidista, que es la de ser español. El problema de España no son los nacionalistas, es la izquierda antiespañola que tenemos. Si el PSOE creyera en España, los nacionalismos vasco y catalán se disolverían como un azucarillo ante la pujanza de la cultura y lengua española. Pero el PSOE desprecia la idea de España (jamás exhibe la bandera nacional en sus actos) y para ocultar ese desprecio recurre a un exacerbado "izquierdismo", aunque sea retórico. Su orgullo reside en su "progresismo", no en ser españoles, en esta cuestión son amorfos. Si al PSOE le quitas su izquierdismo, ¿qué le queda? Nada. ¿De qué pueden presumir el PSE y el PSC ante el nacionalismo vasco y catalán respectivamente, contra los que jamás se enfrentan por España, o el PSM, que tampoco se pronuncia nunca contra el nacionalismo, a pesar de ser los socialistas de la capital de España? De nada, solo pueden ser radicales de izquierda, y lo son a causa de su antiespañolidad. En el PSOE el radicalismo es una cuestión de forma, el antiespañolismo una realidad de fondo.
Totalmente de acuerdo, el PSOE ha sido y es una de las maldiciones de España.