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Adolfo D. Lozano

Diez cosas que deberías saber del fármaco más vendido

Para quien no lo sepa ya, el fármaco más vendido son las estatinas. Ni los antidepresivos, ni Viagra ni otros tantos éxitos comerciales de la industria farmacéutica. Las estatinas reductoras del colesterol se llevan el primer premio en ventas.

En efecto, y para quien no lo sepa ya, el fármaco más vendido son las estatinas. Ni los antidepresivos, ni Viagra ni otros tantos éxitos comerciales de la industria farmacéutica. Las estatinas reductoras del colesterol se llevan el primer premio en ventas. Y probablemente lo hacen, o al menos eso sostengo, por un lado amparándose en los mitos colesterolfóbicos y por otro ocultando los problemas que comporta el consumo de estatinas. Tengamos en cuenta las siguientes 10 cosas que no te cuentan de las estatinas y, por ende, del colesterol:

- Numerosos estudios han demostrado una relación positiva entre mayores niveles de colesterol y mayor esperanza de vida. El European Heart Journal publicó un estudio de 3 años con más de 11.000 sujetos que concluyó que quienes tenían los niveles de colesterol bajos tenían un riesgo de mortalidad superior a quienes tenían alto colesterol.

- Investigadores de la Univesidad de San Diego señalan que un alto colesterol en personas mayores de 75 años es más protector que perjudicial, y que el bajo colesterol está relacionado con arritmias.

- Múltiples estudios, publicados algunos en el Journal of American Medical Association, demuestran que el consumo de estatinas no tiene efecto cardiovascular protector en mujeres que no han sufrido ataques cardíacos.

- Estudios como PROSPER o el Heart Protection Study encontraron que las estatinas no reducen la mortalidad en personas de edad avanzada.

- La industria farmacéutica emplea la estadística para promocionar las estatinas distorsionando la realidad y, así, emplea cifras de riesgo relativo en lugar de absoluto; por ejemplo, pasar del 3% al 2% es un -1% absoluto y un -33% relativo. Estudios con estatinas como LIPID o WOSCOPS son ejemplo de ello.

- El Dr. José Méndez publicó en el American Journal of Clinical Nutrition que en autopsias de pacientes cardiovasculares no hay relación entre arterioesclerosis y niveles de colesterol, algo corroborado desde los años 30 en pacientes post-mortem.

- La industria farmacéutica presiona para que no se conozca la verdad sobre su producto estrella. Al Dr. Uffe Ravnskov se le censuró en una revista científica una carta crítica sobre los estudios EXCEL y AFCAPS/TexCAPS con estatinas.

- En múltiples ocasiones se ha correlacionado el uso de fármacos reductores de colesterol con incidencia de cáncer. Según el Dr. Thomas Newman, estos medicamentos producen cáncer en ratones en dosis equivalentes a las consumidas por humanos.

- Según el Dr. Michael Simons, las estatinas podrían provocar cáncer emulando la acción de un factor de crecimiento vascular endotelial que anima la angiogénsis (creación de nuevos vasos sanguíneos para alimentar los tumores).

- Investigadores de la Universidad de Dinamarca aseguraron en 2002 que el 15% de consumidores de estatinas mayores de 50 años sufren como resultado directo de su consumo daños nerviosos.

Forbes Magazine aseguraba en uno de sus números que "los pacientes con más alto riesgo deberían recibir más agresivas dosis de estos fármacos, lo cual significa dosis más caras". Por supuesto, Forbes no es una revista de medicina, sino de inversiones. Y esto (los resultados financieros) parece, por desgracia, la gran motivación de las farmacéuticas hoy en día.

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