De acuerdo, José Antonio, pero necesitan un nuevo banderín de enganche que logre unirlos a todos mas un porcentaje de esa derecha sociológica asustable, como sucedió con el mantra del "No a la Guerra", que arrastró hasta a los católicos, para su inmediato escarmiento, cabe recordar.
Ya veremos si encuentran ese nuevo enganche. Lo de la paZ coló una vez más después de "Otan de Entrada No", pero una tercera estafa intelectual con el mismo tema no creo que les fuera a funcionar: las imágenes de Gadafi sodomizado con un palo son demasiado gráficas como para no estampárselas en los morros al próximo intento.
A mí me parece que van a probar el banderín de la república. Los comunistas de hoz y martillo ya están por la labor, la izquierda perrofluta también, el psoe en cuanto los amos de sus mentes así lo necesiten; por supuesto, los nazionalistas a poco que se les presione como sólo sabe hacerlo la mafia callejeromediática izquierdista se sumará a la demanda y, por último, la derecha ultra mas la bizcochable que prefirió gritar "No a la Guerra" para que no la gritaran a ella, mas la que pretende presumir de independencia ideológica, está ansiosa de parecer modelna y se unirá o se pondrá de lado cuando éstos vengan a la carga con la banderita ésa sólo apta para daltónicos.
Cuento todo este rollo para finalmente converger con la idea expuesta en el artículo de que éstos no van transformarse, a no ser, que mucho será, que a los españoles en masa les dé por no olvidar quiénes son estos pájaros. Olvidaron lo que fue el felipismo y olvidarán lo que ha sido el imbeZilato.
Quizá ha llegado el momento de que la derecha empiece a conquistar posiciones para dar la batalla de las ideas. Entonces al psoe no le bastaría ya con un logotipo para ganar y quizá decidiera europeizarse.
Naturalmente, Sr. Martínez Abarca. Con los socialistas, el pesimismo no suele fallar. Piense mal y acertará.
Antes que refundarse sobre un nuevo ideario más acorde con la realidad (y con la libertad), se harán musulmanes.
Grande!
Estoy totalmente de acuerdo, y aún voy a decir más. La izquierda española consiste en una actitud emocional de rechazo a toda disciplina, tanto externa como interna, tanto natural como social. Los rojelios no aman la naturaleza que realmente existe, sino la que sólo habita en sus delirantes fantasías. Por eso no saben qué decir cuando ven que en la naturaleza vegetal y animal rigen el orden y la jerarquía más estricta -la llamada "ley de la selva", que poco se parece a los cuentos idílicos y bucólicos que ellos sueñan-. O, mejor dicho, se niegan a verlo. Son inmunes a la realidad. En el caso del País Vasco, se han inventado un pasado histórico que tiene de real más o menos lo que la Comarca del "Señor de los Anillos". Cuando intenten imponer su programa -que lo intentarán, no me cabe duda- la Camboya del Khmer Rojo parecerá una película de dibujos animados en comparación.