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El fracaso matrimonial

Si ampliamos el número de rupturas al de las parejas no casadas y sus separaciones, la crisis resulta bastante más amplia. El divorcio es seguramente un mal inevitable, pero su masividad no tiene por qué serlo e indica mucho sobre la salud social.

KARATEKA dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 18:02:

El matrimonio era la penúltima fase de un proceso que tenía referentes sociales claros para la mayoría de la población:

Te echabas novia.
Te ibas a la mili
Volvías d ela mili.
Encontrabas trabajao, o ya lo tenías de antes.
Te casabas con tu novia
Tenías hijos.
Sedimentabas la familia.

Bien pues la cosa funciona así:

La novia no existe. Todo por el ligue. La mili no existe. El trabajo sirve para comprarte un BMW siendo albañil con 21 años o una motarranca, para mejorar el tema del ligue. Que se case Rita, y si le hago barriga que aborte. Hijos, para qué. Yo me como el dinero de mis hijos antes de tenerlos. Así no sufren. ¿Familia?, ni la mía.

Sin contar el porcentaje de no casados, dice D. Pío. Si contamos a los no casados las rupturas "matrimoniales" son del ciento diez por cien. Otro día explico las causas.

kirkayu dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 16:41:

Soy soltero y totalmente contrario al divorcio, por mí se aboliría. Tengo ya unos años, y cuando este no existía, los matrimonios eran más sólidos a simple vista. Personalmente, huyo como del diablo de divorciados/as, no los veo de fiar, estén "solteros" o vueltos a casar y también de los arrejuntados (como decimos en Zaragoza); valoro mucho más a los matrimonios católicos, porque los veo más fiables en todos los sentidos.
En cuanto a la frase que circula por ahí: "Lo que favorece a la mujer es la independencia económica". Si, pero si la mujer está dispuesta a vivir en soledad, sino, a quien favorece es al hombre irresponsable; menudo chollo para los botarates, así no tienen tanto de que preocuparse. Lo que favorece a los hombres, pero sobre todo a las mujeres, es el compromiso ineludible.

Aiseus dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 16:31:

"el matrimonio, por sí mismo, no favorece "la posición social de la mujer", lo que favorece a la mujer es la independencia económica y la posibilidad de estudiar. Sí que favorecía a la mujer en una sociedad machista donde el hombre se aseguraba bien de que la mayoría de las mujeres carecieran de ambos factores para así, continuar sometida al hombre. Sin matrimonio, no tenía a donde ir; a no ser que se fuera al convento o vendiera su cuerpo."

Con este párrafo zgzna parece afirmar que antes las mujeres se casaban porque no podían mantenerse por sí mismas.
Sin embargo, hoy día muchas mujeres con un buen trabajo y posición social se siguen casando o formando parejas. Podrían vivir solas pero no lo hacen ¿por qué? quizás porque con el matrimonio o pareja estable se consiguen cosas que solas o con parejas esporádicas no podrían conseguir: planes de futuro, compañía, afecto, cariño, relaciones sexuales sin riesgos (siempre que ambos mantengan la fidelidad, claro), etc.

catlo dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 12:55:

"Estas tendencias muy relacionadas (rupturas, parejas sin compromiso, aborto y otras) son presentadas habitualmente como costes necesarios de una mayor libertad o incluso como hechos positivos, indicadores de progreso, riqueza y democracia. Pero basta pensar en el enorme desgaste emocional, las repercusiones sobre los hijos que ven destruido su ámbito de protección y confianza (lo que incide a su vez en la expansión de la droga, el alcoholismo, la delincuencia juvenil, el fracaso escolar...) y otros daños diversos, incluyendo el económico, para concluir que si algo reflejan las estadísticas es una creciente inestabilidad psicológica y desconfianza en el futuro: una pésima salud social o calidad de vida."

Que se tome como "indicadores de progreso" ese conjunto de cosas es un indicador de la enorme ceguera con la que las sociedades occidentales contemplan su propia autodestrucción. Pero, claro, nadie parece interesado en hacer mediciones sobre los condicionamientos ideológicos que nos proporcionan tan confortable ceguera. Por otro lado muchos negocios, incluido el de la política obtienen importantes beneficios de tanta impostura

Vendeano dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 12:37:

(sigo)

En esto del sentir común de las instituciones, que una personalidad vigorosa puede llamar "café para todos", creo que las más de las veces la institución acaba teniendo más razón que nosotros. Podría decirse que la institución nos conoce mejor que nosotros mismos, y eso debido a que es sabiduría decantada de generaciones. Nuestra presunta particularidad puede quedar en sueño adolescente, y con el tiempo vemos que nos somos tan distintos como creíamos, al menos en cuestiones "de base" como p.ej. el sentir de hombres y mujeres. Es imposible, para un individuo, conocer de verdad a priori su identidad, pues esta se forma conforme la vida presenta los precios de todas las cosas, y empezamos a comprobar lo que estamos dispuestos a pagar. Todos tenemos un precio, la lista de prioridades va aclarándose, y el matrimonio parecen acertar bastante, en lo que en el fondo queremos sin saberlo.

Hablas de las escritoras que abrieron a las mujeres posibilidades, y eso está bien. También los hombres, asi aquellos que desarrollaron el hilado y el telar automático. Escribir es lujo de clases con tiempo libre y subsistencia asegurada, pero el trabajo y el tiempo liberado por esos inventos son dificilmente imaginables hoy. Por otra parte, pienso que la carga y satisfacciones de ambos sexos estaba entonces bastante repartidas y, por lo visto proporcionaban bastante más felicidad vital que ahora, cuando hemos renunciado a esa presunta coacción y hacemos peligrar la propia base biológica de nuestra civilización.

Vendeano dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 12:29:

zgzna# (podría yo firmar también zgzno)

La salud social, que es algo que abarca y es a la vez distinto a la "salud" de hombres y mujeres. Como esta no sólo depende de la que podamos obtener por separado, pues nos beneficiamos también de la social, el óptimo no viene de buscar cada uno su interés sin límites, sino de intentar conciliar esos intereses con los demás. Eso son las instituciones, entre ellas el matrimonio. Subjetivamente "coartan" a cada individuo (cada uno cree estar limitado por ellas) pero objetivamente potencian nuestra libertad (estaríamos todos peor sin ellas).

La libertad no existe sin responsabilidad, que es la libertad de los demás. Las instituciones que han tenido tiempo de evolucionar son expresión de ese ajuste. En occidente, la monogamia, que impone fuertes restricciones a ambos cónyuges, parece haber tenido saludables efectos, salvados casos horrorosos.

Es desagradable hablar de sexos cuando sólo hay personas enfrentadas a ese reto de conciliar su manera de ser con lo que se espera de ellas en las distintas instituciones que encuentran en la vida: familia, trabajo, emparejamiento, etc. Por mi parte, como hombre, encuentro cargantes determinadas cosas que se esperan de nosotros, y no puedo evitar sentir que las mujeres lo tenéis más fácil en algunas cosas. Es natural, nadie está contento de su condición, etc. Pero también pienso que cada uno se hace su hueco y que nadie está obligado a asumir todo al 100%, y que podemos emparejarnos con la persona que se ajuste a nuestra manera de sentir. Ese toma y daca es el que al final hace evolucionar las instituciones, que al fin y al cabo responden de una manera bastante ajustada al sentir común (común en el sentido de fondo compartido, no en el sentido de vulgar).

(sigo >)

JoseARui dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 11:59:

zgzna

En el blog de Don Pío doy cumplida respuesta a tus observaciones al texto de Don Pío. A partir del post 47 y siguientes.

Goyo dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 11:52:

Esta serie de artículos es buenísima. La crisis económica es sólo una consecuencia de todos los problemas que comenta Pío Moa en estos artículos.

Si se "apaña" la economía y no se solucionan todas estas cosas habrá más crisis económicas en el futuro. Igual que si se rompe una cañería y en lugar de arreglar la cañería se pinta el techo todos los días.

zgzna dijo el día 12 de Noviembre de 2011 a las 00:00:

Don Pío, no estoy de acuerdo con usted: el matrimonio, por sí mismo, no favorece "la posición social de la mujer", lo que favorece a la mujer es la independencia económica y la posibilidad de estudiar. Sí que favorecía a la mujer en una sociedad machista donde el hombre se aseguraba bien de que la mayoría de las mujeres carecieran de ambos factores para así, continuar sometida al hombre. Sin matrimonio, no tenía a donde ir; a no ser que se fuera al convento o vendiera su cuerpo.
La verdadera situación de la mujer y sus preocupaciones reales empiezan a entrar en la literatura con las escritoras, como las hermanas Brontë, Jane Austen...
A quien sí que beneficia el matrimonio es al hombre: se ahorra dinero, tiempo y tiene mejor salud que cuando vive solo. Hay estudios sobre eso. A costa de que la mujer cargue con él, claro.

Por otra parte, el hecho de que antes no se rompieran los matrimonios, no quiere decir que éstos no fracasaran. Y aún era peor: a pesar de ese fracaso, tenían que convivir bajo el mismo techo por falta de independencia económica y por una serie de normas morales que impedían la separación. No querer ver eso es cerrar los ojos a la realidad.
En cuanto a que las separaciones perjudican a los hijos, pues depende de cómo se hagan. Igual que la permanencia del matrimonio favorece a los hijos o no según cómo sea esa convivencia. A veces sufren mucho más los hijos percibiendo el conflicto continuo o la indeferencia entre los padres que viéndolos separados. Por supuesto que lo ideal para los hijos en tener un hogar con padre y madre felices. Pero lo ideal con frecuencia no es lo real.

Junguer dijo el día 11 de Noviembre de 2011 a las 22:50:

Todo está relacionado con el modelo social promocionado y exaltado, todo forma parte de lo mismo, suicidios, borreguismo masivo, fracaso escolar, fracaso matrimonial, consumo de alcohol o drogas, depresiones...


¿Como van a durar los matrimonios cuando el modelo socioeconómico promocionado e impuesto es contrario a la familia y a el ser humano?


¿Como van a durar los matrimonios en un mundo hedonista, materialista y superficial donde el compromiso, el honor y la sinceridad valen algo menos de nada?


Lo que llaman civilización es antihumano, solo produce borregos desgraciados que acaban siendo poseidos por sus posesiones.

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