Colabora
Gabriel Moris

Una fecha singular: 11-11-11

Los problemas urgentes que nos acucian, con esfuerzos y sacrificios, algún día los podremos recordar como superados. La masacre del 11M, sin la verdad y la justicia debidas, jamás podremos incorporarla a nuestra historia colectiva.

Durante estos días, la ONCE ha lanzado una campaña publicitaria dada la coincidencia de su anagrama con la citada fecha y la cuantía del premio a entregar. Me parece una campaña inteligente.

Inevitablemente ha venido a mi mente un día ONCE, no muy lejano, en marzo de 2004, que no fue tan gozoso, para algunos, como promete serlo para el que resulte agraciado con el "cuponazo".

Nos encaminamos hacia el octavo aniversario de la masacre de los Trenes de Cercanías. Estamos nuevamente en una campaña electoral. El terrorismo sigue protagonizando e impregnando la vida política y social de nuestro país, ello a pesar de no estar hoy entre las primeras preocupaciones de los ciudadanos. La sociedad padece la mayor crisis económica, política y de valores desde el comienzo del siglo XXI. Yo no dudo de la relación causa-efecto entre el 11-M y las realidades sobrevenidas.

Desde mi obligada poltrona observo que, en esta ocasión, y sin atentados previsibles, sigue siendo el terrorismo doméstico uno de los protagonistas principales de nuestra vida pública. Esto no es ninguna novedad; de una forma o de otra ha sido así durante nuestra convivencia en este período que hemos convenido en llamar democrático.

Durante el mes de noviembre los españoles vamos a ser objeto de un bombardeo informativo que nos impedirá observar con serenidad el pasado y el presente. Difícilmente podremos así prepararnos para un futuro en libertad y en convivencia. Nadie hará balance de su gestión ni mostrará el proyecto de sociedad que promete construir con el concurso de nuestros votos. La urgencia para resolver asuntos de gran importancia en la vida cotidiana impide abordar el debate sobre los fundamentos de nuestra convivencia. Después de los recuentos de nuestros votos, depositados en las urnas, vendrán las componendas, los olvidos de promesas e, incluso, las traiciones para con los votantes.

La fecha que yo he calificado como singular creo que puede servirnos para el recuerdo y para la reflexión. Una fecha con tres números ONCE nos hace rememorar el atentado terrorista en vísperas de elecciones.

Inevitablemente nos recuerda también las vidas segadas y truncadas. "Nada será igual" para ellos y para nosotros, según el documental de Iñaki Arteta, que aún no he tenido ocasión de ver. A la gran masa de votantes podría servirles para "no olvidar lo inolvidable". Puede ayudar a algunos a rememorar las mentiras que deben pesar sobre sus conciencias y que no han sido corregidas ni castigadas: terroristas suicidas, Ben Laden, El Chino etc. Hoy mismo he tenido ocasión de ver un documental en el que imputaban a Al Qaeda la autoría.

A la clase política de entonces y a la actual, que sigue encarnada en las mismas personas, puede y debe recordarles la deuda pendiente para con los mártires que entregaron sus vidas involuntariamente en aras de objetivos inconfesables de unos autores aún por descubrir. Igualmente puede hacerles caer en la cuenta de lo fácil que les ha resultado alcanzar el consenso en la ocultación y el olvido calculado de la masacre. ¿Qué razones pueden esgrimir para no hacer lo mismo en pro de la verdad?

Respecto al poder judicial también puede ser útil para animarlo a rectificar las aberraciones cometidas desde la instrucción (desguace inmediato de trenes, ausencia de análisis de explosivos, aceptación de una falsa mochila etc.), hasta la sentencia sin autores –materiales e intelectuales– y con una Audiencia Nacional que ha pasado página de un atentado por aclarar y ajusticiar.

Las víctimas y sus tres asociaciones quizás pudiéramos, a pesar de nuestra precaria situación, concebir algún tipo de acción divulgativa y reivindicativa orientada a reclamar la verdad y la justicia pendientes para con nuestros seres queridos. Mi iniciativa en este sentido no ha merecido hasta hoy el eco que yo hubiera deseado.

Cuando pasen unos días se conformará una nueva legislatura. Los problemas urgentes que nos acucian, con esfuerzos y sacrificios, algún día los podremos recordar como superados. La masacre del 11M, sin la verdad y la justicia debidas, jamás podremos incorporarla a nuestra historia colectiva.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario