Kant distinguía entre lo bello y lo sublime. Pero de haber presenciado el filósofo el acontecimiento de Dos Hermanas hubiera dudado entre lo feo de una agonía y lo horroroso de un funeral mientras todavía se vive.
Vendeano dijo el día 7 de Noviembre de 2011 a las 09:18:
Lo sublime es lo que es bello y además nos supera, lo que estando encima de nosotros e implicando fuerzas poderosísimas que pueden destruirnos, no obstante nos atrae, como una tormenta o un temporal en alta mar. Por eso decía Rilke que todo angel es terrible. El caso de estos monstruos prehistóricos resucitados en Dos Hermanas no es el de belleza y sublimidad, pero si uno de fealdad y horror, fealdad que repele pero también constatación de que un poder demoníaco al que tan apenas podemos vencer y que, como dice José Carlos Rodriguez en otro artículo, a pesar de sus delitos, concitará votos para más de cien escaños. Eso es constatar que algo terrible esconde nuestra alma española cuando tantos son atraidos por este horror. El horror.
Lo sublime es lo que es bello y además nos supera, lo que estando encima de nosotros e implicando fuerzas poderosísimas que pueden destruirnos, no obstante nos atrae, como una tormenta o un temporal en alta mar. Por eso decía Rilke que todo angel es terrible. El caso de estos monstruos prehistóricos resucitados en Dos Hermanas no es el de belleza y sublimidad, pero si uno de fealdad y horror, fealdad que repele pero también constatación de que un poder demoníaco al que tan apenas podemos vencer y que, como dice José Carlos Rodriguez en otro artículo, a pesar de sus delitos, concitará votos para más de cien escaños. Eso es constatar que algo terrible esconde nuestra alma española cuando tantos son atraidos por este horror. El horror.