Kant distinguía entre lo bello y lo sublime. Pero de haber presenciado el filósofo el acontecimiento de Dos Hermanas hubiera dudado entre lo feo de una agonía y lo horroroso de un funeral mientras todavía se vive.
Ninguna otra conclusión es lógica tras el espectáculo ofrecido por este PSOE apayasado donde los primeros espadas fueron González y Guerra, un dúo de hace treinta años, ante el pasmo de un Rubalcaba borrado del mapa y actofallidado por un José Antonio Griñán que medio se sinceraba subconscientemente pidiendo el voto para Zapate...digo Alfredo. Ver a Felipe González, el del puro y el yate, el de Slim y las grandes empresas, hablar de socialismo ya era un trago. Pero ver a Alfonso Guerra, el dalescaña de antaño, volviendo a su primera comunión sin sentir indigestión por el hostiazo de su suenmano y sus leyendas, fue, dicho sea en puridad, un esperpento.
En el mismo escenario en que el ausente Chaves, que un día clamó pidiendo el voto por "nuestros padres" que sufrieron tanto en el franquismo (sabiéndose como se sabe que su padre era jefe militar del ejército de Franco), el socialismo de Suresnes ha sido liquidado por la evidencia social del fracaso de Zapatero. Lo de poner a ETA, primorosamente tratada incluso institucionalmente, bajo el cobijo de Alfredo mientras Pepiño no sabe ya qué hacer con su primo, el contador de "binladens" de a 500 euros, fue patético.
Kant distinguía entre lo bello y lo sublime. Si bello es el día, la noche más oscura es sublime, decía. Pero de haber presenciado el filósofo el acontecimiento de Dos Hermanas hubiera dudado entre lo feo de una agonía y lo horroroso de un funeral mientras todavía se vive. "Si el PP gana aquí, en Andalucía, entonces me retiro a Honolulu", decía la X que aupó a Rubalcaba evidenciando el golpe de estado interno asestado al grupo de Zapatero. Canto de cisne de un clan, el de Suresnes, el de la tortilla de Sevilla, que vinculando estrechamente socialismo e inmoralidad ha destrozado el único argumento que tiene el socialismo: la ética, que es el argumento acientífico que jamás les ha interesado. Lo de Guerra, hablando de Alfredo como acorralador de ETA, además de feo era mentira, sobre todo cuando se regurgitaba la imagen de De Juana Chaos con el jamón cocido.
"La temeridad decidida de un granuja es muy peligrosa; pero cuando la oye uno referir, impresiona, y aunque el héroe vaya a terminar en una muerte vil, la ennoblece en cierto modo cuando marcha a ella arrogante y despectivo", decía el filósofo de Koenisberg. En este caso, ni eso. El PSOE surgido de Suresnes y acunado en las malas artes del puñado de licenciados en la escuela de Monipodio, ha llegado al final sin gloria, como le corresponde. Y eso es una buena noticia para la democracia y para España. El fin del todo vale para conseguir o perpetuarse en el poder y el principio de una ética democrática compartida y respetada, puede ser un signo de renacimiento. Ojalá.
