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Amando de Miguel

Eufonía comercial

La palabra ESPAÑA es un buen nombre comercial. Ha sido reivindicada por el deporte de masas. Desde luego, suena mejor que “Estado” o “en este país”.

El que vende algo o difunde una idea hará bien en condensar el atractivo de lo que ofrece en una palabra, una locución, un eslogan, unas siglas, un marbete. Se ha hecho siempre, y más en esta época de la economía de mercado y del márquetin. Recordemos algunas siglas o acrónimos clásicos: SPQR o INRI. En el castellano del siglo XVI se llamaba "empresa" a esa frase condensada que distinguía a una institución, incluso a una compañía comercial. La cosa venía de la heráldica, los símbolos o palabras que inscribían los caballeros en sus escudos. De ahí pasó a otras instituciones, incluso religiosas. Por ejemplo, el AMDG de los jesuitas. Carlos V añadió al escudo real la orgullosa leyenda de "Plus Ultra". Tanto éxito tuvo que el símbolo para el dólar americano y luego para el euro es $ o €. Se ve más claro en el símbolo del dólar, tal como se dibuja en los Estados Unidos. Es una cinta ondulada vertical en la que se cruzan dos barras, esto es, las columnas de Hércules del escudo de los reyes españoles a partir de Carlos V. Lo tomaron los norteamericanos porque en el siglo XVIII la moneda fuerte que circulaba en los Estados Unidos (antes y después de la independencia) era el peso español con el escudo correspondiente.

Una cuestión actual es la de asignar un nombre comercial a una empresa (ahora en el sentido de organización comercial). Se trata de buscar una palabra que sea eufónica. El problema es que la eufonía es distinta según los idiomas. En inglés son palabras eufónicas los monosílabos, especialmente si terminan en consonante. Sin embargo, a veces se busca en inglés la eufonía de las palabras llanas terminadas en vocal. Para un angloparlante esas voces resultan exóticas, pero de ahí derivan su atractivo. El ejemplo típico es COCA-COLA. Tan difícil de pronunciar es para un norteamericano que en la práctica dicen "coke", un monosílabo.

En español hay que seguir esa regla que resulta exótica en inglés. Las palabras más atractivas, las que se recuerdan bien, son los bisílabos o trisílabos que terminan en vocal, a ser posible en <a>, y que sean palabras graves. Son muchas las empresas comerciales que han dado con una razón social que cumple esas especificaciones. Listo algunas según me van saliendo: ALVIA, REALIA, BANKIA, NOKIA, ZARA, IBERIA, CAIXA, TOSHIVA, TOYOTA, ALCOA, ALBA, PRISA, SOLARIA, ZELTIA, ACCIONA, ADA, INDRA. Hay muchas más, sin duda. La lista se podría ampliar notablemente si incluyéramos las voces con más sílabas; por ejemplo, MERCADONA. Podríamos agregar la facilidad para cumplir las condiciones dichas con las palabras que terminan en SA (=sociedad anónima). Hay miles. Recuerdo sobre la marcha estos trisílabos: ENDESA, FENOSA, GAMESA. Ya de paso, habrá que razonar que el tópico de "la marca ESPAÑA" cumple las condiciones dichas. Aunque las palabras terminadas en <aña> suelen ser muy negativas (araña, migraña, calaña, alimaña, cizaña, huraña, etc.) también hay algunas hermosas (entraña, espadaña, montaña, hazaña, etc.). En síntesis, que la palabra ESPAÑA es un buen nombre comercial. Ha sido reivindicada por el deporte de masas. Desde luego, suena mejor que "Estado" o "en este país".

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