Y 11º.- Y por nuestra propia dignidad que habremos perdido, si no somos solidarios con el dolor de las víctimas, con nuestra condición de españoles que no podemos permanecer impasibles en la hora de destruir la nación que hemos heredado y que debemos legar a las generaciones venideras y nuestra propia supervivencia que no está asegurada en paz.
Aunque resido lejos y también estoy allí de sentimiento.
Porque está pendiente la consecución de la Justicia, que es condena y reparación por el daño producido.
En la historia de la Justicia, primero fue la venganza de los familiares de la víctima, sin límites; después vino un agran avance del Derecho: la Ley del Talión, "ojo por ojo, diente por diente", que introdujo la proporcionalidad en la respuesta de las víctimas. Después, con el Estado, vino la renuncia de las víctimas a obtener directamente la satisfacción por delito cometido con ellas: el Estado, en nombre de las víctimas, juzgaría a los infractores y les impondría la pena correspondiente a su violación de la ley.
Pero, como está siendo el caso, si el Estado no cumple con su función, volverán a ser las víctimas las que tengan que obtener directamente la JUsticia que el Estado les niega.
Estos son conceptos elementales de Derecho: lo contrario es la impunidad y la vuelta a la ley de la selva ("todos contra todos", Thomas Hobbes).