Patriotas de la muerte
Hoy en día me dicen: tienes que matar a un guardia civil; y digo: ¡chst!, espera, espera un momento. Primero, a ver cómo es, luego decidir quién es, cómo. O sea, valoro otras cosas.
La primera vez, dicen, siempre es especial. Él recuerda los detalles de la suya como si hubiese sucedido hace solo un instante. "Joder, fue algo... no sé, inexplicable o no sé. O sea, fuimos a por una persona, un conocido además, y en vez de dispararle desde donde estaba yo, o sea a una distancia de unos cinco o seis metros, salí corriendo hacía él. O sea, como si, no sé, como si digo: ¡joder, no le voy a dar desde aquí! Entonces salí corriendo hacia él... Era tanto el odio que tenía contra él, que digo: ¡Dios, no se me escapa! ¡No se me escapa!". Y no se le escapó.
Tampoco otros se le escaparían después. Pero la primera vez, ya se sabe, es especial. Por lo demás, él tenía las cosas muy claras. "O sea, tenía las cosas bastante claras. Yo, después de hacer lo que hacía, me quedaba como un señor y dormía como un rey. O sea, no tenía ningún problema, ninguno. Ningún pensamiento de decir: ¡hostia!, ¡joder!, que he hecho esto y... Qué va, qué va, qué va". Nada, como un señor. Lo confiesa locuaz ante la grabadora de Fernando Reinares, el experto antiterrorista que el Gobierno de Zapatero se quitó de encima cuando el proceso, allá por 2006.
Lo dicho, sin complejos. "No he tenido además ningún remordimiento de conciencia. O sea, de decir, bueno, matas a una persona y ¡hostia!.. En ningún momento. Porque actuaba en ese momento por odio. O sea, si no es el odio el que me guiaba, seguramente no sería capaz de hacerlo". Aunque ahora vea el asunto desde otra perspectiva y tal. "Hoy en día sí me lo pensaría más de una vez. Hoy en día, además, soy incapaz de pegar a un perro. Y en cambio, pues eso, si me hace algo el perro, lo machaco, soy capaz de arrancarle el cuello. Y hoy en día me dicen: tienes que matar a un guardia civil; y digo: ¡chst!, espera, espera un momento. Primero, a ver cómo es, luego decidir quién es, cómo. O sea, valoro otras cosas. Ya no me guiaría por el odio". Nada de un aquí te pillo, aquí te mato como entonces. O sea.
Nota bene:
Fragmentos del testimonio oral de un ex militante de ETA recogido en el libro Patriotas de la muerte, del catedrático de Ciencia Política y ex asesor del Ministerio del Interior Fernando Reinares.
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