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Daniel Blanco

Paciencia en el Atlético

Se juega con mucha ansiedad, con miedo a que la cosa salga mal, pero se juega en combinación y en toque, algo que no se recuerda en mucho tiempo en el Calderón.

No hay manera de encontrar una temporada tranquila en el Atlético de Madrid. Y que conste que ésta acaba de empezar; es decir, todavía puede ser incluso un gran año porque ninguno de los títulos se ha puesto en juego. Pero la sensación que da el equipo de Gregorio Manzano es regular, tirando a mala.

Vaya por delante que, aún así, se está viendo algo distinto que con Abel Resino, Quique Sánchez Flores y Javier Aguirre. Se juega embarullado pero la calidad de sus hombres está fuera de debate. Se juega con mucha ansiedad, con miedo a que la cosa salga mal, pero se juega en combinación y en toque, algo que no se recuerda en mucho tiempo en el Calderón. Claro que el resultado no es bueno hasta ahora. Diez puntos de 24 posibles y sólo dos victorias en Liga.

Es verdad que tan sólo dos derrotas y eso tiene que hacer ver a los dirigentes y a la afición que todo no se está haciendo mal. Puede Manzano tardar en dar con la tecla, pero parece claro que el equipo debe jugar con bandas, aunque para eso tengas que sacrificar a Adrián, por ejemplo, porque estarías obligado a que Arda Turan y Diego jueguen juntos y Falcao arriba.

Con las probaturas que ha hecho Manzano no es posible dar con un equipo idóneo, pero yo creo que lo encontrará tarde o temprano. El aficionado atlético me puede decir que son las cuentas de la lechera, y tiene razón, pero el equipo jugó para ganar, y claramente, al Sevilla, en Granada y el otro día ante el Mallorca. Total, tres empates que debieron ser victorias y que deberían hacer que los rojiblancos estuvieran ahora con 16 puntos, metidos en puestos de Champions.

Ojo, no estoy hablando de ganar partidos que se perdieron por uno o dos goles. Son partidos que se empataron y que con un gol más hubiera valido. En esos encuentros el Atlético tuvo cuatro ocasiones claras, como mínimo, en cada uno de ellos. Pero también es verdad que en un ejercicio de vuelta a la realidad, eso nunca pasó y que los rojiblancos tienen los puntos que tienen.

Me quedo en la jornada con que el Madrid, que ganó muy bien en Málaga y que le dio un aviso al equipo de Pellegrini, se ha puesto por delante del Barça, al que el Sevilla le cogió el truco. Sigo pensando que se sacará antes un punto, o los tres, del Camp Nou, si defiendes bien antes que atacando a lo loco. Al Sevilla le salió y sigue invicto, como el mismo Barça o como el impresionante Levante que lidera, a estas alturas, la Liga.

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