Bravo!!
Lloraron en Donostia más de un kilo
de lágrimas la gente lacrimosa
e impúdica del puño y de la rosa,
lloraron como llora el cocodrilo
engañando a sus presas en el Nilo,
lloraron como al cónyuge la esposa
infiel si con sus dudas él la acosa,
lloraron -no lo niego- con estilo,
lloraron de manera muy insincera,
lloraron muchas lágrimas de pega,
lloraron como Judás tras la entrega
de Cristo (mas no irán nunca a la higuera),
lloraron cual inmensa regadera,
lloraron por llorar, como quien juega.
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Son tus bellos ojazos, Rubalcaba,
la fuente inagotable de ese río
de aljófar, de diamantes, de rocío,
de perlas y de gemas que hubo en Saba
cuyo caudal tu hermoso rostro lava
y que aumenta el nivel del mar bravío
de Euskadi sin sequía, sin estío,
sin tasa y sin barrera, dique o traba.
Las lágrimas de Angélica -que un vate
más experto que yo evocó- no alcanzan
siquiera con las tuyas el empate,
pues éstas cristalinos brillos lanzan
que igualan a la luz con la que al alba
hace el Sol esplender tu ilustre calva.
Un problema veo en que así llore
tanto socialista pareciendo
el cocodrilo
pues aunque a sus ojos agua aflore,
sigue siendo vil y va mordiendo
con el hocico.
Un saludo.
Fray Josepho: con llantos o con risa
siempre es condición del socialista
el gobierno indecente, ignaro, autista,
la mentira palmaria que va a misa,
la Pajín sentenciando, cual papisa
Rubalcaba, metido a moralista,
los pucheros de Pachi, al terrorista
y el jabón de la SER y el grupo PRISA.
Al tener la manada de votantes
que su apoyo les da, por descontado,
tienen siempre el respaldo asegurado
y se quedan tan frescos, tan campantes,
al saber, de antemano que ha colado
lo que sea que hayan rebuznado.
Tannhäuser
Igual que cuando el cielo su gris manto
descarga sobre el suelo en muchas gotas,
pusiéronse este sábado las botas
los del SOE en Guipúzcoa con su llanto.
¡Qué terrible espectáculo, qué espanto!,
¡tantos tíos con pelo en las pelotas
gimiendo como niños!, ¡vaya notas
horrísonas que daban en su planto!
Inúndose el Kursaal tras las primeras
lágrimas socialistas y el chubasco
-no indigno de los cielos del País Vasco-
llovido de estas torpes plañideras
después causó en las vascas carreteras,
por su copiosidad, un gran atasco.
Lloraron Patxi, Elorza, Rubalcaba
e incluso hasta una víctima -Madina-,
y fue tan abundante la llantina
que el Kursaal se llenó de moco y baba.
Lloraron cual volcán que expulsa lava,
igual que el Iguazú entre la Argentina
y el Brasil, como un rorro si se orina
o como al verse libre fluye el cava.
Lloraron como Eneas le hizo a Dido
llorar, sobrepujaron el berreo
que a la muerte de Eurídice dio Orfeo
y tanto sollozaron que al SOE pido
que en su puño recuerde tan gran pena
relevando a la flor la magdalena.
Otra versión de los dos últimos versos:
que en su puño recuerde tal llorera
relevando a la flor la regadera.
Y es, que se han llenado tanto los bolsillos, que les comprimen los huevos. ¡VALE YA!
Gracias por las risas, Fray Josepho. Y perdóneme el tuneo.
Lloran como criaturas destetadas;
se hunden en sollozos borrachines.
Lloran con legañilla en los ojines
de tanto pergeñar mariconadas.
Lloran como princesas repudiadas,
igual que un zoo-acuario sin delfines.
Lloran cual semental sin cataplines
o como niñas-bien desheredadas
Lloran como mamá de mujerzuela,
lloran como acertante de quiniela,
como los que caminan sobre ampollas.
Lloran con un hipido algo intranquilo
igual que cuando ríen: sin estilo.
Y nos quieren cortar las chirimoyas.
Saludos