Mayor Oreja debería volver a su antigua cartera de Interior. Es la persona en el PP que mejor conoce el "problema vasco" y tiene las ideas bastante claras de qué, quién, cómo, cuándo y porqué. El gesto de nombrar ministro de Interior a Mayor Oreja despejaría muchas dudas sobre las intenciones futuras de Rajoy.
De hacer lo contrario, nombrar a un acomodaticio, nos haría pensar que el Estado de derecho ha claudicado ante la presión de unos asesinos y, de facto, se ha convertido en "Establo de desecho" insostenible y maloliente. Aunque muy importante, no todo es economía. Hay que salvar la cartera, pero sin olvidar la dignidad.
Esperamos signos positivos en los poderes.
El Rajao huele a mandilito, cartabón, compás y plomada.
Tal que Zumbao I de la Moncloa.
Estamos en puertas de la II Guerra civil.