Sobre la instrucción nutricional de los médicos, quiero contar una anécdota. A una amiga de 40 le han diagnosticado esclerosis múltiple. Yo llevaba mucho tiempo diciéndole que se alimentaba muy mal: muy poca cantidad, y nada de proteínas ni grasas (de hecho, según dice debe llevar unos 30 años sin comer nada de carne, ni leche, y prácticamente nada de pescado, es decir, ni ninguna otra fuente de proteínas, ni grasas; creo que su problema es fundamentalmente psicológico, pero ese es otro tema). El caso es que cuando me comunicó lo de la esclerosis, le dije que era muy probable que una de las causas fuese su mala alimentación. Por supuesto, ella dijo que no creía que fuese así, pero, al menos, le preguntó a su médico. EL MÉDICO LE DIJO QUE NO, QUE EN ABSOLUTO, QUE LA ALIMENTACIÓN NO TENÍA NADA QUE VER y, por tanto, le permitió seguir comiendo poco y mal (como así sigue haciendo, por supuesto). Obviamente, me indigné, y puse verde al médico. Resulta que Hipócrates decía que había que curar a base de alimentos, no a base de medicinas, pero los médicos actuales dicen que la alimentación da igual. Así nos va.
Por cierto, el médico le ha mandado un tratamiento a base de fármacos muy caros y con muchos efectos secundarios (los toma 3 veces a la semana y se queda hecha papilla después de cada toma), y le ha dicho que tal vez le empiecen a hacerle efecto en 6 meses, pero que él no garantiza nada. Y lo lamentable es que esto no es la excepción, sino lo habitual en la medicina actual.
tinin, llevo más de 15 años entrenando en gimnasio, y en mi caso todos los dolores como los que describes (que los he tenido, y durante muchos años) han sido por malas posturas. Por ejemplo, todos los respaldos de las máquinas están diseñados para provocar dolores de espalda, porque son planos, con lo que quitan la curva natural de la espalda y hacen que las vértebras presionen los discos intervertebrales y los nervios ciáticos (por cierto, esa pérdida de la curvatura en la zona lumbar es la causa de las hernias de disco). Por tanto, te recomiendo que para evitar dolores estudies bien la postura y la vayas corrigiendo, porque creo que es la única manera de evitar esos dolores.
Habría que recordar que el primer antiinflamatorio es el ácido acetilsalicílico (un AINE -Antiinflamatorio no esteroideo- como el ibuprofeno) que, si mal no recuerdo, se obtenía originalmente de la corteza del sauce.
Así pues, la farmacología a menudo se nutre de la fitoterapia, si bien persigue la síntesis industrial de los principios activos, ya que a menudo no se pueden obtener de fuentes naturales en cantidad suficiente o a un coste suficientemente bajo.
La duda que surge es... ¿Para cuándo ácidos grasos Omega-3 sintéticos? ¿Se imaginan un preparado con ambos ácidos Omega-3, ácido acetilsalicílico, vitamina D, coencima Q-10, aceite de oliva, extracto de frutos secos y unas cuantas cosillas antiinflamatorias más?
Un saludo.
Pues eso pensaba yo. Y bien que lo siento porque me podría evitar unos cuantos efectos secundarios a la larga. Por eso se me hace comprensible que esas disciplinas, fitoterapia, etc estén un tanto relegadas de los programas regulares de las facultades de medicina. Lo que sí creo es que la farmacología está fuertemente orientada al beneficio mercantil. ¿A quién le interesa que se cure el cáncer, si es más rentable suministrar tratamientos de convalecencia, que pueden durar años y son carísimos? Por poner un ejemplo.
tinin
En tales casos específicos creo difícil poder prescindir de un antiinflamatorio farmacológico.
¿Tú crees, Adolfo, que cuando me hago daño en el gimnasio, ya sea en un hombro, en una muñeca o en la zona lumbar, se me pasaría mejor con fitoterapia u homeopatía que con ibuprofeno o indometacina?
jlh, gracias por tu amable recomendación.
Un saludo.