Hoy por hoy, mantener que se vota con la cabeza, con un sistema de ideas, o incluso con una ideología más o menos estructurada, es una necedad.
Agapito Maestre
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Virholme dijo el día 12 de Octubre de 2011 a las 11:08:
A un enfermo desahuciado por los médicos solo le queda la esperanza de que se descubra algún medicamento, aunque sea experimental, que pueda curarle.
España, aunque económicamente aún pueda recuperarse con un tratamiento de choque –por supuesto administrado por un equipo distinto al que la ha sumido en el estado comatoso en el que se encuentra-, políticamente, bajo mi punto de vista, está desahuciada.
En las próximas elecciones generales el voto ideológico desaparecerá, sustituido por el del militante, el enchufado y la abstención del desencantado. Tampoco creo que sea un voto de castigo como lo fue el de las elecciones municipales y autonómicas. La sociedad española está angustiada, empobrecida, desmotivada…, desencantada por la nefasta gestión económica y política de sus dirigentes. Por eso, el voto en esta ocasión será de esperanza, de confianza en que se encuentre esa “vacuna” que por lo menos nos mejore.
Lo que está claro es, que ese tratamiento de choque que precisa España, no pueden aplicarlo quienes por su incompetencia, sectarismo, negligencia económica y política, nos han postrado en el estado comatoso en el que nos encontramos.
El ciudadano que deje de votar al PSOE no lo hará por castigo, es, que ya nadie les cree.
La propaganda del PSOE no es terriblemente mala, no pueden hacer otra que la del engaño, la demagogia y la del doberman, o sea, la de siempre. Más que vieja, rancia, y más que absurda, idiota. ¿Qué pueden ofrecer que antes no hayan prometido e incumplido? ¿Qué nuevas mentiras pueden decir que los parados, desahuciados, negocios y estómagos vacíos se puedan creer? Ninguna.
Mi bola de cristal me dice que, tras las próximas elecciones, el PSOE puede quedar como jarrón de barro cocido que cae al suelo. Hecho añicos.
A un enfermo desahuciado por los médicos solo le queda la esperanza de que se descubra algún medicamento, aunque sea experimental, que pueda curarle.
España, aunque económicamente aún pueda recuperarse con un tratamiento de choque –por supuesto administrado por un equipo distinto al que la ha sumido en el estado comatoso en el que se encuentra-, políticamente, bajo mi punto de vista, está desahuciada.
En las próximas elecciones generales el voto ideológico desaparecerá, sustituido por el del militante, el enchufado y la abstención del desencantado. Tampoco creo que sea un voto de castigo como lo fue el de las elecciones municipales y autonómicas. La sociedad española está angustiada, empobrecida, desmotivada…, desencantada por la nefasta gestión económica y política de sus dirigentes. Por eso, el voto en esta ocasión será de esperanza, de confianza en que se encuentre esa “vacuna” que por lo menos nos mejore.
Lo que está claro es, que ese tratamiento de choque que precisa España, no pueden aplicarlo quienes por su incompetencia, sectarismo, negligencia económica y política, nos han postrado en el estado comatoso en el que nos encontramos.
El ciudadano que deje de votar al PSOE no lo hará por castigo, es, que ya nadie les cree.
La propaganda del PSOE no es terriblemente mala, no pueden hacer otra que la del engaño, la demagogia y la del doberman, o sea, la de siempre. Más que vieja, rancia, y más que absurda, idiota. ¿Qué pueden ofrecer que antes no hayan prometido e incumplido? ¿Qué nuevas mentiras pueden decir que los parados, desahuciados, negocios y estómagos vacíos se puedan creer? Ninguna.
Mi bola de cristal me dice que, tras las próximas elecciones, el PSOE puede quedar como jarrón de barro cocido que cae al suelo. Hecho añicos.
Tiempo al tiempo…
Virholmes, 12/10/2011.