Se esperaban muchas cosas de la presentación de Apple este martes. En primer lugar, porque siendo la primera sin Steve Jobs al frente, por más que los productos presentados hayan sido planeados antes de su retiro, muchos esperaban un puñetazo en la mesa que dejara claro que sin quien ha encarnado el alma de Apple la compañía podría seguir como si nada. Pero los nuevos modelos de Ipod sólo confirman el progresivo abandono de los modelos Shuffle y Classic, y el Iphone 4S parece una mejora del anterior modelo muy en la línea de lo que supuso el Iphone 3GS en comparación con su antecesor. En definitiva, nada revolucionario.
Las nuevas especificaciones técnicas no parece que vayan a llevar a nadie a renovar su Iphone, y parece difícil que permitan a Apple ganar muchos más clientes. En su mayoría, las novedades en el sistema operativo IOS 5 y las aplicaciones en la nube ya se habían anunciando antes y además estarán disponibles para teléfonos más antiguos. Pedro J. quizá sude un poco tras saber que Apple competirá directamente con su Orbyt con una aplicación propia llamada Newsstand. La nueva mensajería le hará las cosas más difíciles a Whatsapp, pero no mucho, porque ya se ha convertido en estándar multiplataforma. Casi todo lo que hagamos en cada uno de nuestros aparatos Apple aparecerá en los demás automáticamente.
Lo realmente novedoso, y que en la tradición de Apple ha sido lo último en ser presentado, es el asistente de voz, producto de la compra de la empresa Siri hace poco más de un año. No es tanto que reconozca lo que se le dice, que eso lo hacen muchas aplicaciones ya, sino que lo entiende y responde en consecuencia. Si cumple con las promesas que nos ha hecho Apple, será un modo completamente nuevo de interactuar con nuestros cachivaches electrónicos, un primer paso hacia ese sueño de tener un secretario a nuestro servicio las 24 horas del día sin tener que pagarle la nómina. Los españoles, eso sí, nos jorobamos porque estará sólo en inglés, francés y alemán.
Por lo visto este martes, Siri es la única esperanza de Apple para diferenciarse de la tropa Android. Es una funcionalidad nada fácil de replicar, ni siquiera para Google. Habrá que esperar, no obstante, a que sea probado en el mundo real a ver si funciona tan bien como parecía hacerlo en la presentación, un entorno controlado al milímetro. Y si la gente preferirá la comodidad de no tener que pulsar botones a la vergüenza de ponerse a hablar con su Iphone en medio de la calle. ¿Será suficiente para detener el crecimiento de Android, que hasta ahora no ha podido frenar? No sé qué piensan ustedes, pero yo lo dudo mucho.