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Maite Nolla

Colmenero

Vale que lo de Mas sobre los niños andaluces fue un chiste. Un chiste como los de Colmenero, el personaje de 'Aída', con eso de que “los negros huelen fuerte, los chinos son raros y los rumanos roban”. La misma gracia, vamos.

Oyendo a Mas, supongo que ahora entienden ustedes por qué Plataforma per Catalunya tiene éxito en Cataluña y sólo en Cataluña. El partido de Anglada toma sus bases del nacionalismo catalán y por eso sus palabras resultan tan familiares y tienen tan favorable acogida. Además, obtiene sus mejores resultados en los feudos más feudales del nacionalismo, donde el PP no ha conseguido rascar un voto en treinta años de democracia. Véase Vic y otras plazas fuertes. Recuerden también que el concejal de este partido que tuvo que dimitir porque su pareja era un señor y de color, no provenía del PP o de Ciudadanos: venía de militar en las CUP, en ERC y en las juventudes de Convergencia, que eso sí es nacionalismo fetén de amplio espectro. Luego es verdad que cada uno toma distintas estrategias electorales, aunque el fondo sea el mismo. Por ejemplo, el sábado pasado a las puertas de la Monumental se repartía un mensaje un tanto disidente con la doctrina, aunque de gran calado intelectual: "Nos quitan los toros, para traer a los moros; No a la mezquita en la Monumental". Es un matiz, lo reconozco, pero entiendan ustedes que no podían dejar pasar la oportunidad de repartir propaganda entre más de veinte mil personas congregadas para el sepelio. Además, CiU no está en contra de los espectáculos taurinos; está sólo en contra de su versión española.

También es verdad que en Cataluña, menos con Ciudadanos, encontraríamos un espacio común y compartido por toda la clase política; y si no, vuelvan a Vic y comprueben que los que pretendían impedir –en contra de la Ley- que los ilegales no pudieran ser empadronados fueron los de Unió, los socialistas y los independentistas. Pero, en definitiva y como dicen ahora los horteras, la "hoja de ruta" de Plataforma per Catalunya es, sin mucho aderezo, el programa sobre inmigración de CiU. De CiU y del obispado, porque el beato Sistach bendijo el inicio de las fiestas de la Mercè con un llamamiento a defender "nuestra identidad" frente a la "abundante inmigración". Vaya, y lo dice justo ahora que los rumanos y los polacos están repoblando las iglesias catalanas que se han vaciado por culpa del nacionalismo. Aunque traigan a sus propios curas –por la cosa del idioma–, el cardenal arzobispo demuestra poca visión de negocio.

Vale que lo de Mas sobre los niños andaluces fue un chiste que merece que le recuerden que a alguno de los miembros de su gobierno –alcalde incluido– tampoco se le entiende demasiado cuando habla en catalán; pero no fue más que un chiste. Un chiste como los de Colmenero, el personaje de Aída, con eso de que "los negros huelen fuerte, los chinos son raros y los rumanos roban". La misma gracia, vamos. Tirí, tirí.

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