Parece un contrasentido, pero no lo es. El habla culta de todos los días es la que se introduce a través de los medios de comunicación. La gente del común entiende que esa forma de hablar no contiene errores, pero no es así. Las personas cultas o con autoridad podemos introducir muchas simplezas o incorrecciones. Tanto es así que muchos de esos errores, de tan oídos como son, acaban siendo aceptados. Por ejemplo, los que salen en los medios, sean periodistas o políticos, confunden muchas veces el "deber ser" (=algo que se deduce de una obligación moral o de otro tipo) con el "deber de ser" (=algo incierto, más o menos probable o deseado). Generalmente, la noción de probabilidad suele estar muy confusa en el discurso público. No digamos cuando se dice de un acontecimiento futuro que "es más que probable". En el español habitual, el adverbio "seguramente" quiere decir que no es seguro, que su probabilidad resulta oscilante. La probabilidad es una cuestión de grado. Pero la cita de una cantidad puede ser despistante. Por ejemplo, hace unos días se decía que la probabilidad de que el artefacto de la NASA que anda errático por la atmósfera cayera sobre una persona era de "uno de cada 3.200". Ignoro lo que quiere decir eso, pero no me parece verosímil. Las personas ocupan en la Tierra un espacio pequeñísimo, no ya de la tierra sino del mar. Por tanto, la probabilidad de que cada una de ellas reciba el impacto de un meteorito o algo parecido es minúscula, prácticamente irrelevante. Tendrían que caer millones de meteoritos en un momento dado para que nos alarmáramos. Es fácil colegir que es más probable que caigan en el mar que en la tierra.
Dado que el habla pública suele ser muy imprecisa, se recurre a términos técnicos o cultismos para disimular esa ignorancia. Por ejemplo, es corriente el efecto de las expresiones jurídicas. Por ejemplo, "habida cuenta, a sabiendas, a mayor abundamiento", etc. Recuérdese que un letrado es tanto una persona culta como la que tiene el título de Derecho. Un juez ostenta el título de "su señoría" y viste con traje talar.
El uso de las metáforas proporciona al habla un tono culto o académico que sirve igualmente para disfrazar la ignorancia. Hay una metáfora muy de moda, que es llamar "verso suelto" a una persona disidente o que va por libre en una organización. Resulta un poco cursi cuando se abusa de esa figura.
Me he referido algunas veces a los recursos retóricos que se utilizan en las tertulias de los medios. No sirve de nada que yo las ridiculice. En cuyo caso se demuestra mi escasísima influencia. Me estraga particularmente lo de "dicho lo cual". Es un ardid para que el tertuliano pueda seguir hablando sin interrupciones. Me parece que los tertulianos presumimos de saber de todo, y eso es imposible. Mejor sería que escucháramos un poco más los mensajes que nos transmite la audiencia. Por ejemplo, me resulta utilísima la razón que da Timoteo Giménez para explicar la reciente huelga de profesores. Por lo visto, los profesores interinos acumulan una serie de puntos por dar clases. Eso les sirve como mérito para ocupar después una plaza fija. Ahora se entiende por qué los sindicatos organizan la huelga, para proteger a los interinos, que suelen ser militantes adictos de sus organizaciones. Las huelgas de la enseñanza suelen tener éxito porque afectan a los funcionarios (que difícilmente pueden ser despedidos). Por esa razón los sindicatos se han introducido muy bien en ese sector. Un consejo para los portavoces que los sindicatos envían a las tertulias y entrevistas de la televisión o la radio. Por favor, procuren que esas personas se expresen bien en castellano. De lo contrario se reafirma la sospecha de que son personas que no dan muchas clases o no han leído muchos libros.