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Mario Martínez-Galdámez

¿Hay más opciones en la hernia de disco?

La aparición de una nueva opción terapeútica, desconocida para el público general y para la mayoría de los médicos, puede ayudar a muchos pacientes con dolor de espalda secundario a una hernia de disco.

El dolor lumbar bajo o lumbalgia constituye una de las molestias más frecuentes en nuestro medio fundamentalmente derivadas de la mala higiene postural tanto en nuestro medio laboral como en la vida diaria, siendo una causa frecuente de baja médica y de múltiples visitas a los servicios de urgencias. Dentro de las causas de lumbalgia, la hernia de disco sigue siendo una patología de manejo multidisciplinar en las cuales no existe un claro consenso en cuanto al manejo a seguir: ¿hace falta operarse?, ¿qué ejercicios puedo hacer?, ¿es necesario acudir a rehabilitación?

Los escalones de tratamiento varían desde el manejo más conservador con reposo y analgesia, pasando por rehabilitación, hasta incluso los distintos tipos de cirugía en casos concretos.

En la literatura científica médica, según los grupos de trabajo se han descrito buenos resultados con todas estas opciones. No obstante dado que el paciente "tipo" suele consultar a varios especialistas distintos, en numerosas ocasiones no sabe cuál elegir.

Desde hace tres años, en la unidad de Neurorradiología intervencionista de la Fundación Jiménez-Díaz los Dres. Martínez-Galdámez, Saura y P. Higueras, estamos realizando un novedoso tratamiento mínimamente invasivo que consiste en inyectar un producto llamado Discogel en el interior del disco intervertebral mediante una única punción sin necesidad de anestesia general. Dicho producto es una mezcla de alcohol y etilcelulosa que produce una deshidratación progresiva de la hernia con la consiguiente mejoría clínica en un plazo de semanas desde la inyección.

Durante este tiempo hemos tratado más de 200 casos con unos fantásticos resultados, que han permitido mejorar las molestias de pacientes en los cuales el tratamiento conservador no era efectivo y no cumplía criterios quirúrgicos.

La aparición de esta nueva opción terapeútica, desconocida para el público general y para la mayoría de los médicos, puede ayudar a muchos pacientes con dolor de espalda secundario a una hernia de disco, por lo que esperamos que pase a ser un tratamiento instaurado en la mayoría de centros y ciudades en un futuro no muy lejano.

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