Colabora
Amando de Miguel

Variaciones del idioma

En el español de España, “culo” puede sonar grosero, pero es una palabra corriente. Los niños pueden decir el ñoñismo “pompis”. Pero los vasos tienen culo y nadie se ofende por ello. Una aldea perdida puede estar en el culo del mundo para un urbanícola.

La palabra "idioma" está mal traída; alude a lo que hablamos "nosotros". Por tanto, la expresión "idioma propio" es una especie de pleonasmo. En un idioma como el español, de amplio reconocimiento internacional, no está claro quiénes somos "nosotros"; tantas son las variaciones de una a otra nación o incluso de una a otra región o localidad. Aun así, esas variaciones no son suficientes para que el idioma común a los hispanoparlantes se descomponga en múltiples dialectos. Si comparamos el español con el inglés, vemos que esas variaciones territoriales de nuestro idioma son mucho menores. Claro que, como son nuestras, nos llaman mucho la atención. Por otra parte, no hay que obsesionarse con un hipotético idioma unificado para todos los territorios, pues eso es incompatible con la vocación de lengua internacional que tiene el español.

Una variación adicional en el caso de España es que tenemos otros idiomas igualmente antiguos y con una notable literatura, como el gallego o el catalán. Eso se presta a múltiples influencias de unos y otros. Por ejemplo, a propósito de la eutrapelia de "conde de Fenosa", Ignacio Frías me recuerda el retruécano de "conde de fe nosa", es decir, de "nuestra fe" en gallego. Así se evita el acrónimo de FENOSA, que suena fatal para un título nobiliario.

A propósito de lo de "fonil" en canario, Jesús Bravo me asegura que en gallego al embudo lo llaman "alfonín", quizá con el mismo origen inglés de "funnel". Se pregunta don Jesús si en portugués se da el mismo caso. En efecto, en portugués el embudo es "embude" pero también "funil". Tantas voces parecidas proceden del latín. Los romanos decían "fundíbulum" al embudo, pero también "imbutum". Esto último quería decir algo así como "mojado". Así pues, el inglés no deja de ser un idioma romance más por lo que respecta a muchas palabras. Después de todo, los romanos también se instalaron en Britania y en ese país más tarde se habló el francés primitivo.

Rolando D.H. Morelli añade que en Cuba se emplea también "fonil", pero es para referirse al culo, que para los cubanos es una grosería. Añado que, en el español de España, "culo" puede sonar grosero, pero es una palabra corriente. Los niños pueden decir el ñoñismo "pompis". Pero los vasos tienen culo y nadie se ofende por ello. Una aldea perdida puede estar en el culo del mundo para un urbanícola. También es verdad que la grosería de "dar por culo" se puede sustituir por otro ñoñismo: "dar por saco". Hay que tener imaginación para suponer que el culo es un embudo o fonil. Lo del culo quizá venga de "culullus", el cáliz o copa que utilizaban los romanos en las ceremonias religiosas. Recomiendo el artículo "culo" en el Diccionario del erotismo de Camilo José Cela. Es un prodigio de gracia y erudición. Recordemos La Venus del espejo de Velázquez y la réplica que hizo Sorolla con su mujer, Clotilde, de modelo. Son los dos culos más egregios de la pintura española.

Don Rolando se refiere al mexicanismo "jalar". Me pregunta si está mal dicho "halar". Los dos verbos se originan en España. Los andaluces, cubanos, nicaragüenses y paraguayos dicen "halar" para tirar hacia sí de una cosa. La versión de "jalar" es la más utilizada en toda América para esa acción contraria a empujar. Quizá se diga así para evitar el significado de "coger" como equivalente de realizar el coito. Pero, en algunos países, "jalar" significa otras cosas: en España puede ser atiborrarse de alimentos; en Centroamérica equivale a mantener relaciones amorosas. En el Perú es tanto como beber alcohol o esnifar cocaína. Dichosa diversidad.

Varios libertarios me recuerdan otra palabra canaria: "nife" o "naife" para llamar al cuchillo. Es evidente el parentesco con el inglés (knife). En este caso es una raíz plenamente sajona.

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario