José María Gutiérrez Vázquez (Caracas) quiere saber de dónde viene eso de la "restauración" y el "restaurante" para la función de dar de comer a muchos con cierta dignidad. Antes se decía venta, posada, bodegón o mesón. Hoy se ha hecho común la voz "restaurante", que los refitoleros dicen en España "restorán". A partir de esa realidad, la "restauración" se ha convertido en un arte, próximo al diseño y, a veces, a la pedantería. Por ejemplo, el restaurador de moda pone platos cuadrados. En 1765 un tal Boulanger abrió una casa de comidas en París y colocó este rótulo entre impío y humorístico en un latín macarrónico: "Venite ad me, qui stomacho laboratis, et ego restaurabo vos". De aquí quedó la voz "restaurant", que se hizo general por la influencia cultural francesa. En el español clásico se decía que un caldo suculento restauraba mucho el cansancio o el hambre. Así que a todos convino esa voz de "restaurante". Hay otra muchas voces para la misma función según la categoría y la especialidad. Por ejemplo, cantina, fonda, figón, mesón, asador, taberna, tasca, bar, cafetería, etc. Los conventos tienen refectorio y los hoteles y las casas particulares comedor. Lo de comedero se reserva para los animales domésticos.
La palabra "suripanta" merece muchos comentarios de varios amigos. No voy a repetir la historia que cuentan sobre unos versos satíricos de una zarzuela que remedaban la lengua griega. En ellos se repetía lo de "suripanta", que se asoció en seguida a las coristas de vida alegre. No parece verosímil la historia de una tal Margarita Suripanta, una cantante italiana que actuaba en Sevilla. Sea como fuere, el hecho es que esa hermosa palabra ha quedado anticuada. Hoy ni todas las mujeres de vida alegre son putas, ni son putas solo las mujeres.
Roberto J. Monroy (Tenerife) completa la historia de la voz "cambullón". En los puertos de Canarias atracaban muchos buques ingleses, a los que podían subir los visitantes para comprar diversas mercancías sin impuestos. El letrero era: "Can buy on" (= puede comprar a bordo). De ahí quedó lo de "cambullón", la mercancía que se compraba en los barcos. Añade don Roberto que lo de "papa chinegua" no es una expresión guanche sino una corrupción de King Edward (de Inglaterra). Puede que los ingleses apreciaran esas papas.
Agustín Fuentes se va de vacaciones y no se lleva el ordenador. Eso sí que es vacar. Insiste en que se va "de bureo" y me pide que le explique de dónde viene esa expresión. Irse de bureo es tanto como irse de juerga, de diversión, de cachondeo. En el siglo XVII el "bureo" era una especie de junta económica en la Casa del Rey. El origen está en "bureau", una voz francesa para la oficina, el comité, la reunión de negocios. Seguramente viene del "paño buriel" con que se cubría la mesa de trabajo o de negociación. "Buriel" viene de "burrus" (= rojo o pardo en latín). Lo que no se me alcanza es cómo un término asociado con el trabajo serio pasó a ser lo contrario, algo que tiene que ver con el ocio. Quizá sea el fenómeno de antífrasis, decir una cosa por la contraria. Hay algunos bares que se llaman "La oficina". Un bocado sabroso o exquisito para los españoles es el que "está de muerte". También puede ser que el trabajo de los burócratas se viera desde fuera como algo ocioso o poco esforzado.