Vista y leída la nueva redacción consensuada del artículo 135 de la Constitución, símplemente no entiendo el contenido del editorial de hoy, ni puedo asumir su titular. Si el límite de déficit presupuestario deberá ser inferior a lo que establezca en cada caso la UE, ¿cómo puede decirse que la reforma constitucional en ciernes ha quedado desactivada?. Claro está que así se le da más vara a las instituciones de la Unión en la gobernación de España. Pero, ¿es que eso es malo?. ¿Qué clase de europeos queremos ser, y en qué consiste eso?, me pregunto. Si nuestros asociados de la Comunidad, por las razones que puedan sobrevenir, las que probablemente también nos afectarían, se ven obligados a superar la tasa de déficit que estuviese establecida rígidamente en nuestra Constitución, ¿qué ventajas nos produciría?. ¿Sería gobernable nuestro país?. ¿Que la propuesta ha partido o, más bien, ha sido asumida por Rubalcaba?. Pues, es una noticia excelente, habida cuenta que ha sido aceptada, y también asumida, por el PP. ¿Que el tope nacional, con la limitación comunitaria prefijada, puede ser modificado por la mayoría parlamentaria que está establecida para la aprobación de las leyes orgánicas?. Pues muy bien: el Pueblo es soberano, entre otras cosas, para elegir a sus representantes.
Conociendo históricamemte al PSOE, era de esperar este parto de los montes, pero eso s-i, con anuencia de Rajoy. Esto nos da ánimos a lo que yo siempre he pensado: nuestros políticos no merecen el menor apoyo, por lo que, lo mejor que podemos hacer los españoles el 20n es votar en blanco o abstenernos. Mejor votar en blanco contra todos. Son todos lo mismo y lo mismo de sinvergüenzas y trileros. El PP se está retratando en estos momentos que puede forzar una reforma que ponga líites en el futuro a cualquier gobierno maniroto. No lo quiere hacer y, por lo tanto, es connivente con el PSOE, lo que quiere decir que es igual al socialismo que nos ha arruinado. Pena da que no tengamos un partido nacional que cumpla con las obligaciones mínimas de ser eso: un partido que aglutine a todos alrededor de un proyecto único y responsable. En estos momentos en España necesitamos un partido liberal que ponga firmes a los dos partidos que se reparten el poder.