PJ es un ser que tiene unas estrambóticas tendencias (de todos es bien sabido); le va lo rarito, lo anormal, de ahí su atracción por ZP entonces y por Bono, ahora.
Ánimo excalvorota.
¡Jo!, Vaya sintésis. ¿Seguro que no es de los de los cuatro votos?.
Bueno, está claro que la hermosa filacteria con las palabras UNA, GRANDE Y LIBRE, es insuperable como aspiración y propósito, mal que les pese a los hunos, los hotros, los diagonales y a los transversales.
Cierto que en el lenguaje castizo, PedroJ es un pelota y el mariscal Bonete, predicador de Albacete, puritita vanidad sólo para empezar. En fin . La pregunta clave es si sus estrellas estan en elevación... o declinación.
Pobres españoles, lo que nos manda el Señor.
Pedro Jota es un escándalo por su cinismo y su falta de moralidad. Ahora le ríe las gracias a Bono, él sabrá que espera obtener del chuleta manchego, hijo de falangista, y se nota. Sólo desde la inmoralidad, posición eminente en esta España amoral, se puede soportar la visión de un presunto y probable corrupto como Bono, que es un mentiroso compulsivo (el Cougar, todo lo que dijo de su patrimonio inmobiliario), y además un pésimo gestor (la ruina de Castilla la mancha) y además un tipejo vengativo y fascistoide que ha querido meter en el trullo a colegas de Pedro Jota por publicar el enriquecimiento ilicito de Bono, con su hípica financiada con publicidad de constructores corruptos. Pero es un escándalo quizá mayor que Bono siga todavía en la vida politica, a pesar de tantos escándalos, y que Pedro Jota tenga todavía un periódico que al parecer es rentable, todavía, insisto.
Lo de Ansón es fácil de explicar. Se trata de un periodista de "régimen". Hace sus mordaces críticas con mucho cuidado de no tocar ningún nervio sensible del sistema. ¿Se acuerda de la lista del General Armada?
Un gran artículo al nivel de todos los anteriores. Saludos D. Emilio!
¡¡¡¡FENOMENAL ARTICULO¡¡¡¡¡¡
Lo del libro de cuentas y su sencillo apartamento frailuno tampoco está nada mal. Un cordial saludo.
Me ha encantado el artículo. Deja al payaso manchego a la altura cañí y españolísima de lo que es; un esperpento.