El 21 de noviembre comenzarán las obras de volver a reconstruir España como si de una postguerra se tratase. No hay Plan Marshall y cada español deberá poner ladrillos cada día sin recompensa si queremos salir del agujero.
Sangre, sudor, esfuerzo y lágrimas como Churchill demandó de sus compatriotas en la 2ª Guerra Mundial. En este caso no contamos con Winston sino con Mariano. No es lo mismo, lo sé, pero estos son los bueyes que tendremos y con ellos habrá que arar.
Más vale que los españoles nos mentalicemos de los tiempos duros que nos esperan. Todo sea para poder olvidar a un presidente psicópata y a su trágico talante.
El colmo del cinismo de este personajeta es que dice que al establecer el 20-N como fecha electoral, el gobierno entrante tendrá tiempo de constituirse antes del 1 de enero, para afrontar el curso económico del 2012.
Pues bien, la elaboración de los PP.GG. ha de comenzar allá por octubre -si no recuerdo mal- porque el Estatuto de Cataluña (legalizado y apastelado por el TC) reclama negociaciones previas a la elaboración de las cuentas generales. Además, el sentido común aconseja que todo esté aprobado antes del fin de noviembre -más o menos-. Con lo cual, mucho me temo que esta sea la "penúltima" trampa de ZP.
¿Qué tiempo real tendrá el gobierno entrante para elaborar unos nuevos PP. GG. del Estado, para comenzar a aplicarlos el 1 de enero de 2012?
A no ser, claro, que el insigne y pedante Zapatero esté pensando en un gobierno continuísta basándose en que el PP no obtendrá mayoría absoluta y que Rubalcaba se aliará con todos -dándoles todo- para poder gobernar y seguir riéndose de los españoles.
O bien estemos a la espera de alguna maniobra de la ETA para impedir que el PSOE pierda el poder. Porque es de suponer que ETA-BILDU-BATASUNA-ANV-PCTV, etc... no quieren perder el chollo del sistema de negociación zapateril, que consiste en entregarlo todo a cambio de un "...Pero no me conteste todavía. Hágalo después de la publicidad."
Lo peor de ZP será su legado.
Cierto.
Pero lo peor no será su legado económico. Ojalá sólo fuera eso.
Lo peor será su legado ideológico: una batería impresionante de nefastas leyes de género que tardaremos años, lustros o décadas en quitarnos de encima.
Las leyes de ingeniería social.
Ese es el peor legado de la ZP.