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Beber mucha agua no es saludable

Como tantas otras cosas, es beneficiosa en una determinada dosis, en este caso inferior al que muchos gurús y agentes de publicidad alimentaria predican

Nicer dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 18:45:

Estando aclarado el tema y coincidiendo esta vez con su posición al 100%, me quedo más tranquilo.

Como anécdota decir que mi mujer atendió una vez a una persona de unos 80 años, que nunca se había cepillado los dientes con pasta dentífrica, si no con jabón (natural), durante toda su vida y observó que presentaba una boca perfectamente sana. No le puso objeción alguna a que siguiera con su protocolo.

Si tras un dolor del que se pueda intuir caries, con el tiempo cesa, con bastante probabilidad puede ser debido a la muerte del nervio en esa zona, lo que no significa que el proceso patológico de la caries cese. Una radiografía podría estar indicada.

No es mi intención ofender con la alusión personal, y pido disculpas si en algún momento lo ha parecido. Más bien creo que la experiencia personal, centra los debates y los hace más reales y cercanos.

Un placer, por tanto, debatir con usted.

Nicer dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 14:50:

Estando aclarado el tema y coincidiendo esta vez con su posición al 100%, me quedo más tranquilo.

Como anécdota decir que mi mujer atendió una vez a una persona de unos 80 años, que nunca se había cepillado los dientes con pasta dentífrica, si no con jabón (natural), durante toda su vida y observó que presentaba una boca perfectamente sana. No le puso objeción alguna a que siguiera con su protocolo.

Si tras un dolor del que se pueda intuir caries, con el tiempo cesa, con bastante probabilidad puede ser debido a la muerte del nervio en esa zona, lo que no significa que el proceso patológico de la caries cese. Una radiografía podría estar indicada.

No es mi intención ofender con la alusión personal, y pido disculpas si en algún momento lo ha parecido. Más bien creo que la experiencia personal, centra los debates y los hace más reales y cercanos.

Un placer, por tanto, debatir con usted.

AdolfoDL dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 13:40:

La cita de las farmacéuticas no venía al caso específico de la odontología. Yo nunca he sugerido que no hay que lavarse los dientes o hay que despreocuparse de esta cuestión (otro tema sería si las grandes marcas comerciales, tanto de gran consumo como de farmacia, ofrecen pastas de dientes cuestionables, que es debatible).

Ya que usted me cita como caso personal, como simple anécdota particular y basada eso sí en intuiciones ya que no me hice un examen odontológico (como ilustración, de pequeño sufría una bastante mejorable salud dental, de hecho es el especialista que más he visitado nunca, el dentista, y me han practicado innumerables empastes, sellados, e incluso alguna extracción en mi niñez y siempre usaba dentífrico y colutorio bucal), he de decir que hace dos años empecé a sufrir un dolor constante en uno de mis molares, al comer, beber, masticar. Cualquiera apostaría que eso era unas caries, y eso era claro mi sospecha. Tan inevitable veía la visita al dentista que recontraté con mi seguro privado la cobertura dental a la que había renunciado años atrás en previsión de tener que volver a acudir al mismo. Aunque mi dieta es prácticamente carente de sacarosa limitada en carbohidratos etc, y con el deseo de poder evitar volver al dentista, decidí aplicarme en revisar mejor los protocolos de Mellanby-Price y otros contra la caries.

Si bien ya suplementaba vitamina D3, no consumía vitamina K2, así que aumenté el consumo de alimentos ricos en K2 como yemas de huevos camperos y mantequilla orgánica de vacas alimentadas con pastos. Consideré suficiente la cantidad de fósforo que me aportaban los alimentos que ya consumía. La parte central fue la inclusión de un suplemento de K2 MK-4 y K2 MK-7. Tras muchas semanas con un dolor en el molar bastante preocupante, en unas semanas me desapareció por completo. Es mi convencimiento puramente personal basado en la literatura científica que conseguí más que probablemente una reversión de la caries dental. Nunca en mi niñez y adolescencia podría haber esperado que un dolor tan reiterado y duradero en un diente hubiera conseguido eludir una visita al dentista.

Como en tantos otros campos de la medicina, no se trata de querer combatir ni eliminar la medicina digamos convencional, en absoluto. Se trata de complementar, mejorar... En muchas cosas será mejor la medicina convencional, en otras la que podemos definir como alternativa. Y una y otra tendrán cosas valiosas, y fraudes y visiones poco fundamentadas.

Nicer dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 13:19:

Por matizar, me gustaría añadir y sin ánimo de aburrir al personal, que imaginemos por un momento que llevando una estricta dieta redujéramos la caries, es más, supongamos el caso imposible de que esta desapareciera por completo. Muy bien, ¿y qué ocurre con la placa acumulada en las piezas dentarias?, ¿cómo reaccionarían las encías, cómo al perder la adherencia o retraerse estas evitaríamos que otras bacterias se introdujeran en nuestro interior?.

¿De verdad que podemos obviar la flora bacteriana y dejarla a un lado como si no tuviera importancia, trascendencia o relevancia?.

¿En serio que el mayor problema es la caries?.

Creo que es irresponsable, sanitariamente hablando, inducir al personal a no limpiarse los dientes, no ya solo por la caries, si no por el resto de complicaciones derivadas. Incluso se lograría lo contrario, aumentaría el negocio odontológico.

Aun así los seguidores de la hipótesis nutricionista u hormonal lo tienen sencillo de demostrar. Prediquen con el ejemplo, anoten, demuestren y hagan un seguimiento exhaustivo. En tan solo treinta años podremos comprobar los resultados. No se limpien nunca y no visiten al dentista en ningún momento, si es que no lo tienen claro.

Un cordial saludo.

Nicer dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 12:42:

En otro orden de cosas, el negocio odontológico no es el empaste. Es una cantidad ridícula de dinero para tanto tiempo y molestias. El negocio son los implantes, pero también la ortodoncia y la cirugía derivadas no de la caries, si no de la enfermedad periodontal, por ejemplo, o de diversos cánceres o tumores. Pero si el problema es la factura odontológica, mi mujer me tiene dicho que si todos los pacientes fueran como yo (me lavo tras cada comida y me paso la seda dental (además de enjuagarme con locutorios y mascar chicle sin azúcar), ellos se morirían de hambre. Tampoco el problema son las farmacéuticas, si no el material dental carísimo que depende de los depósitos y no de las farmacéuticas. En la odontología el medicamento supone una pequeña parte y quizás, la más barata, aunque los hay muy valientes y que no quieren ni anestesia local...

En fin, leeré sus nuevos artículos.

P.D. De todas formas, Sr. Lozano, aprecio en su fotografía además de una gran atractivo masculino, una fantástica y cuidada dentadura que no creo que sea fruto de la falta de higiene y menos aun de una estricta dieta. Confiese que usted se limpia los dientes frecuentemente...

Un saludo.

Nicer dijo el día 26 de Julio de 2011 a las 12:38:

El problema, es que la teoría higienista-bacterias-acidez, no solo está demostrada teóricamente, si no empíricamente y con muchos años ya de ejemplos prácticos y de cultivos en laboratorio bajo la mirada atenta de un microscopio. No voy a discutir que el higienismo sea el responsable de tantas alergias o de la poca efectividad del sistema inmunológico, pero sería desviarnos de un tema a parte, como el de la boca, primera línea en contacto con el exterior y donde se acumulan todo tipo de residuos orgánicos e inorgánicos.

Lejos de querer ejemplarizar con estudios incompresibles, si es cierto que se puede simplificar bajo el prisma empírico una relación, que además no creo que niegue teorías nutricionistas pues casi que las complementarían. La relación sería sencilla:

Caso A:

Llevar una alimentación que prescinda completamente de hidratos de carbono y azúcares durante el resto de la vida. Objetivo que parece bastante utópico, pero que podría darse.

En este caso, dos opciones:

- No nos lavamos los dientes nunca más.

- O nos lavamos los dientes tras cada comida.

Caso B:

Seguir como hasta ahora y con las dos opciones anteriores.

Creo que se puede deducir, y es más, comprobar fácilmente (en carne propia, por conocidos y familiares), que sin la debida higiene la caries aparecerá y aun pudiendo hacerlo levemente, otras enfermedades terminarán por aparecer, por no hablar del mal aliento o del peligro del mordisco humano que podría llegar a ser tan letal como el de un dragón de Komodo.

Esperaré esos artículos nuevos, como también referencias directas a los mismos en su idioma nativo acompañados de algún enlace con pruebas reales de los mismos: es decir, algo comprobable científicamente. Y lo haré con una total apertura de perspectiva, lo prometo.




AdolfoDL dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 18:10:

Intentaré próximamente en LD seguir ilustrando el punto de vista que inicié en 'Caries,enfermedad de la civilización'. Si nos vamos a algunos autores considerados clásicos de la odontología y reconsideramos otros que han sido creo malinterpretados al gusto de la versión actual oficial, debemos discutir e incluso poner en tela de juicio dos teorías presuntamente explicativas u omniexplicativas de la caries y que están correlacionadas o son al menos parte de la misma explicación:

- La teoría de las bacterias y de la acidez bucal.
- La teoría del higienismo apadrinada en general por Pasteur y que tanto daño ha hecho en ciertos aspectos a la medicina (teoría enfrentada a la visión del nutricionismo, aunque esto lo trataré aparte del tema odontológico en otra ocasión).

Ambas teorías, que como digo son en realidad una misma, han sido discutidas y puestas en tela de juicios por grandes nombres de la odontología y contradicha por estudios animales, tanto por parte de autores y nombres de primera mitad del siglo XX como otros coetáneos a nosotros. Si establecemos las causas hormonales de la caries, y la gran influencia de la dieta para tales desajustes (procuraré hacerlo), probablemente sí tendríamos que admitir claramente la caries como una enfermedad.

Aunque me gustará desarrollar el aspecto histórico en ése y otros artículos, baste saber que la creencia odontológica actual de las bacterias/acidez como causa principal o incluso absoluta de la caries proviene de un consenso establecido en 1940 en un encuentro o conferencia de la Asociación Internacional para la Investigación Dental. En aquel entonces, la comunidad odontológica se debatía al menos en dos posturas, digamos simplificando mucho la higiniesta y la nutricionista. Y como en tantas otras ocasiones, como el manido consenso contra el colesterol en 1977 y por votación en 1984 en un encuentro científico, la teoría opuesta fue marginada en el olvido.

Yo creo que merece rescatar aquella teoría o marco teórico odontológico general sobre la salud bucal en general y la caries en particular.

Podemos especular por qué se marginó por votación aquella teoría en beneficio de la las bacterias. No cabe descartar la razón no cuestionable de que si sobreviviera la teoría competidora y distinta, el gran negocio odontológico de perforar y empastar menguaría. No digo que los odontólogos tengan la culpa de ello, pero sí las escuelas de medicina que cultivan esta ignorancia al socaire de tantas industrias aledañas a la medicina, tan típicamente en muchísimos casos como sabemos y he expuesto las farmacéuticas.

Nicer dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 17:10:

Parte III.

Precisamente por esa relación "protectora", ya que el estreptococo mantiene a ralla otras bacterias más perjudiciales, en un equilibrio, no se puede decir que la caries sea una enfermedad. Es muy sencillo evitar la caries si tras cada comida uno se cepilla los dientes y se pasa la seda dental, para eliminar tanto la proliferación del mutans, como el producto de su digestión, que es lo que produce la caries. Pero es que al limpiarse, reducimos no solo al estreptococo mutans, si no a todas las demás, con lo que el equilibrio sigue manteniéndose.


En el segundo caso, tampoco es una nueva enfermedad de la civilización, simplemente porque el ser humano, hasta el del paleolítico, poseía esa bacteria en su boca. Que la dieta y más aun, sus hábitos higiénicos influyera en que diversos asentamientos y núcleos tribales poseyeran menor índice de caries, no quiere decir que no la tuvieran, que la bacteria no existiera ni que no tuvieran otros procesos patológicos peores como la enfermedad periodontal.

Si se estudia un núcleo poblacional, y estos no poseían "caries", otros grupos de otros lugares sí, influirá su dieta, desde luego, pues si no hay ingesta de las calorías que la bacteria metaboliza, pues el índice de caries será ridículo. Otras tribus de otras partes, sin cultura o con cultura higiénica bucal olvidada, tienen y tenían las bocas destrozadas por la caries (caso de las poblaciones sudamericanas y su consumo de maíz, por ejemplo) o por otro tipo de hábitos: limarse los dientes, quitarse el esmalte, etc...

Para finalizar y en resumen, no se puede decir que la caries sea una enfermedad porque no lo es, no se puede decir que la caries sea "nueva" porque no lo es y no se puede decir que la caries esté producida por los nuevos hábitos hipercalóricos de alimentación. El tipo de dieta influye en la probabilidad de tener más caries, si, pero no es la causa de la caries, si no que es un elemento más que aumenta la probabilidad de padecerla, siendo la única causa de la misma la falta o carencia de higiene bucodental.

Un saludo.

Nicer dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 17:10:

Parte II.

Los estudios aquellos antropológicos, seguramente no tuvieran en cuenta la higiene dental como elemento cultural tribal. Hay tribus que se "cepillan" los dientes con ramas, palos o diversos utensilios y hay otras que no. Incluso hay chimpancés que lo hacen.

Evidentemente una dieta rica en calorías influye en la proliferación de las bacterias bucales causantes de la caries, sobre todo si la cantidad de azúcar ingerida sobrepasa la capacidad de remineralización del diente. Pero esas bacterias no son las responsables per se de la caries, si no que esta es consecuencia de las excreciones de dichas bacterias. Si damos más alimento a esas bacterias, su número será mayor y por tanto, más excreciones ácidas tendremos.

Como está demostrado, el proceso patológico de la caries dental no es consecuencia directa de la variación alimentaria ni de una "nueva enfermedad de la civilización". En el primer caso, aumentamos la probabilidad de padecer más caries, si tras la ingesta de azúcares e hidratos de carbono no nos limpiamos los dientes. Es evidente que si alimentamos a esas bacterias proliferan y por tanto "defecan" más, y si encima tenemos en cuenta la variación del PH bucal tras comer, esa "defecación ácida" atacará al material dental con toda seguridad. Es más, la flora bacteriana bucal en general está en equilibrio y válgame la redundancia, si algo desequilibra esa flora aumentarán unas bacterias en detrimento de otras, provocando las consecuencias pertinentes de cada una de ellas.

Existe una "vacuna" contra las bacterias que producen la caries, pero como se trata de una bacterias simbióticas con el ser humano, como puedan ser las de la flora intestinal, la eliminación de las bacterias que producen la caries, el "estreptoco mutans", acarrea que otras bacterias a las que las primeras mantienen a ralla, afloren, produciendo, estas sí, enfermedades de difícil tratamiento como pueda ser la enfermedad periodontal u otras peores. Por ese motivo esa "vacuna" no se usa. Una relación sencilla y demostrada de esto es que los pacientes que sufren enfermedad periodontal tienen menos caries, porque tienen menos de estas bacterias. Otra cosa es que ese paciente sea un "guarro" y no se lave, con lo que además de la "piorrea" obviamente, sufrirá también de caries, pero el hecho es que la población de estreptococo mutans será bastante más reducida.





Nicer dijo el día 24 de Julio de 2011 a las 17:06:

Agradezco la contestación Sr. Adolfo. Tengo que dividir el texto en dos partes.

Parte I.

Evidentemente, no soy la persona adecuada para hablar, en este caso escribir, sobre asuntos sanitarios y/o médicos pues lo hago de oídas. Al estar rodeada mi vida de amigos, esposa y familiares de personal de esa rama científica, algún poso queda, pero lo que tiene Internet, es que para que un escrito no sea malinterpretado, hay que escribir demasiado con el fin de aclarar cada punto. Si se hace de cualquier manera, expresando una opinión de manera somera, como ha sido mi anterior caso, pues se entiende mal y aun más si vuelvo a releer lo por mi escrito.

Dicho esto, aclaro que la "gracia" de mi mujer sobre la lectura de aquél antiguo estudio, no era con intención despreciativa, muy al contrario. La "gracia" era debida al conocimiento académico de tal escrito y su superación actual, por otra parte normal.

No podría reírme yo de la ciencia del pasado, cuando es un paso imprescindible para avanzar, y menos aun cuando incluso para calcular instalaciones hidráulicas, por ejemplo, se siguen utilizando formulaciones empíricas de más de un siglo de existencia. Incluso para mandar al hombre al espacio está de plena actualidad la Ley de la Gravitación Universal.

Si bien es cierto, y debido a los avances tecnológicos, sobre todo, los estudios "médicos" quedan relegados rápidamente, a la par que otros, y mi intención no es otra que poner de manifiesto que solo quien está plenamente dedicado a esa tarea puede tener una objetividad mayor incluso a la hora de discriminar dichos estudios. Es lógico y natural.

Como en todo ámbito del saber, habrá profesionales con sus teorías, más o menos acertadas o más o menos desfasadas, que pueden reforzar las creencias de los profanos, pues la mayoría de las veces uno, primero, escoge su creencia y luego selecciona lo necesario para estructurar su pensamiento y eso es un error.

Preferiría que fuera un odontólogo quien argumentara esta postura, pero me gustaría, a falta de esa posibilidad aquí, matizar el tema de "Caries, enfermedad de la civilización".

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