Los que se oponen a las antenas de telefonía celular, serán los primeros en despotricar cuando el teléfono les presente el mensaje de SIN COBERTURA ...
Exactamente. Lo peor es que de seguro esta mujer hará la campaña (con apoyo mediático de todos los luditas perroflautas con iPhone4) para exigir a sus vecinos que no tengan WiFi y cosas similares. Ojalá hubiera forma de pararle los machos ya. (O mandarla a una isla desierta).
Gran artículo, Dani.
Es posible que la verdadera causa de los síntomas que menciona esta pobre mujer quede oculta por la asociación que ella (o alguien próximo a ella) ha realizado con las ondas electromagnéticas, y que mediante un proceso de condicionamiento psicológico se hayan exacerbado los síntomas.
Si se metiera a esta señora Palomar en una habitación aislada de ondas de radio y de microcampos electromagnéticos, como los que aparecen en torno a los cables eléctricos cuando la corriente circula por ellos, y le presentaran una foto de una gran antena de móviles, y empezara a presentar los mismo síntomas, quedaría claro que no puede ser otra cosa más que un trastorno psicosomático.
Esto es el Perro de Pavlov, pero en versión ecolojeta.
Un saludo.